La excitación y el entusiasmo por lo que generaba adentro de la cancha pasaron a convertirse en añoranzas para River que, a pesar de que continúa siendo el líder del torneo, ya no transmite lo mismo que en aquel comienzo arrasador. Lo sintomático es que cuando faltan tres fechas para el desenlace, el equipo parece haber perdido la energía que lo llevó a transformarse en el mejor plantel del certamen hasta hace apenas tres encuentros. En ese lapso, River perdió el invicto y cosechó apenas dos puntos de los nueve posibles. Cuando la cabeza se había transportado a la serie frente a Boca por la Copa Su-damericana, que se inicia el jueves, Olimpo aprovechó ese momento y le terminó dando un golpe duro, lo más semejante a una derrota.

Pero no sólo Boca aparece en el horizonte sino que en el medio de esos dos duelos asoma Racing, uno de sus perseguidores principales, que ahora se ubica a un solo escalón de distancia. Todo eso sin contar lo que suceda esta noche con Lanús e Independiente.

El desgaste físico está haciendo efecto en algunos futbolistas, a quienes les cuesta transitar la cancha con la misma actitud que al comienzo del semestre. River ha perdido uno de los puntos clave que lo llevó a la cima: la presión sobre el rival en el terreno adversario. Como viene sucediendo en sus últimas presentaciones, el equipo se retrasó ahora unos metros y espera en la mitad de la cancha el adelantamiento de sus rivales, para recién ahí intentar cortarle los circuitos.

Ese factor, sumado a que muchos protagonistas no exhiben la lucidez necesaria para el desequilibrio, consigue que el nivel se equipare frente a sus rivales. Olimpo no se caracteriza por ser un conjunto brillante, pero con inteligencia logró tener la posesión de la pelota en muchos pasajes, y exigió a Barovero en varias ocasiones.

Como Funes Mori venía rindiendo en gran nivel, sorprendió a muchos la falla que cometió a veinte minutos del final, que derivó en el gol de Borja. El defensor intentó rechazar la pelota y le terminó errando, lo que provocó que el colombiano quedase de frente al arquero, para convertir con un derechazo al lado del palo. En ese momento, el defensor era alabado por todo el estadio, sobre todo después del gran cabezazo que metió en el primer tiempo para poner en ventaja a su equipo. Como ésas, River vive muchas ciclotimias.

La ausencia de los más destacados deja expuesto que los jóvenes no están a la misma altura. River extrañó ayer a Gutiérrez y a Sánchez, y por ese motivo los espera ansioso para esta semana. Desde afuera, el técnico Marcelo Gallardo tampoco transita su mejor momento, debido a que la grave enfermedad de su madre lo mantiene preocupado, y eso le impide disfrutar los partidos como al principio. El gesto serio y adusto de ayer dejó en claro que sufrió el duelo ante los bahienses.

Las dudas aparecen justo en la recta final. Por ese motivo, el carácter cumplirá un papel decisivo para River en estos momentos, más allá de que siga apareciendo o no el lucimiento colectivo. A su favor, tampoco se ha encontrado un equipo que tenga el convencimiento pleno para aportar más y mejores argumentos futbolísticos.

Estadio: Monumental.

Arbitro: Fernando Echenique.

Goles: 23m Funes Mori (R); 69m Borja (O).

Cambios: 46m Borja (6) por Susvielles (O), 56m Mansilla (5) por Cobo (O), 59m Kaprof (4) por Boyé (R), 67m Simeone por Mora (R), 74m T. Martínez por Rojas (R), 81m Villanueva por Cuero (O).

Incidencia: 76m expulsado Parnisari (O).