Lunes, 24 de noviembre de 2014 | Hoy
FúTBOL › CON EL TRIUNFO EN LA BOMBONERA, LE REDUJO CONSIDERABLEMENTE LAS ASPIRACIONES AL TíTULO
Dos goles de Calleri –uno en increíble complicidad con el arquero Diego Rodríguez– y otro de Gigliotti sostienen al equipo de Arruabarrena en los arrabales de la pelea por el campeonato. Pisano había logrado el transitorio empate.
Por Adrián De Benedictis
El desenfreno que había provocado la goleada ante Lanús, hace una semana, sufrió una desaceleración tremenda ayer en la cancha de Boca. La derrota le dio a Independiente un golpe letal en la búsqueda del título, luego del regreso a Primera División. Pero, sobre todo, la lección que le dio su adversario, de compromiso, entusiasmo y carácter, fue mucho más dolorosa que el resultado. El conjunto de Avellaneda no terminó en ningún momento de convertirse en un aspirante serio, y dejó en claro que todavía está en proceso de formación, por más que algunos resultados favorables lo ubicaron en las posiciones principales.
La escena más clara sucedió muy rápido, cuando apenas habían pasado cuatro minutos: el arquero Rodríguez tardó en rechazar la pelota que le había dado Cuesta, la decisión de Calleri para ir a disputarla fue mayor, y todo terminó con el gol del delantero local.
Al equipo le costó reaccionar después de esa situación y no tuvo argumentos futbolísticos para inquietar a su adversario, que apunta a lo que ocurrirá el jueves próximo en la cancha de River, por la Copa Sudamericana. En ese sentido, Boca reservó a sus mejores hombres para ese duelo, pero los que estuvieron ayer en la cancha mostraron que también están a la altura de los ausentes.
Pérez, Grana, Insúa, Cubas y Carrizo jugaron en gran nivel, y fueron superiores a los hombres de Independiente, quienes parecen depender demasiado de lo que haga Mancuello. Precisamente, el volante no tuvo el desequilibrio habitual, a partir de la tarea de los volantes locales. Por primera vez desde su llegada al club, Grana recibió una ovación del público, después de exhibir solidez defensiva y precisión para salir jugando desde el lateral.
Y así el resto. Carrizo participó en el segundo gol, quitándole la pelota a su marcador y habilitando a Calleri, quien definió con un toque de derecha ante la salida del arquero. Independiente ya se había quedado con un hombre menos por la expulsión de Bellocq. Pero el ex Central realizó otra gran corrida por la izquierda, cerca del final, para lanzar la pelota a la cabeza de Gigliotti, y éste convirtió ubicándola al lado del palo. Con la actuación de ayer, Carrizo tiene posibilidades de estar desde el inicio en el Monumental, por el lesionado Martínez.
Boca tuvo siempre las ideas claras de cómo lastimar a su rival, que a pesar de que había logrado el empate con una gran definición de Pisano, desde afuera del área, no logró en ningún momento tener la iniciativa del partido, y evidenció la carencia de convencimiento que los candidatos necesitan.
Para colmo, las decisiones del conductor Jorge Almirón tampoco transmitieron audacia y claridad. El técnico reemplazó primero a Penco, luego a Pisano y por último a Montenegro, los tres hombres que podían llegar a provocar alguna sorpresa. Penco, por su ubicuidad para el gol; y los otros dos, para combinar en velocidad.
El traspié parece haber sacado de carrera a los visitantes, quienes ahora comparten la línea con Boca, que a pesar de que ya no tenía como objetivo este torneo, sigue escalando y ahora va en busca de Lanús, otro que pretende dar la sorpresa.
Estadio: Boca.
Arbitro: Darío Herrera.
Goles: 4 y 70m Calleri (B); 53m Pisano (I); 88m Gigliotti (B).
Cambios: 57m Meli (6) por Fuenzalida (B), 62m Figal por Penco (I), 63m M. Benítez por Pisano (I), 71m Acosta por Calleri (B) y Lucero por Montenegro (I), 82m Bravo por Castellani (B).
Incidencia: 56m expulsado Bellocq (I).
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