La Selección Nacional Sub-20 goleó 6-2 a Perú en el torneo Sudamericano que se disputa en Colonia, Uruguay. En un encuentro con muchísimos errores individuales, el conjunto dirigido por Humberto Grondona tuvo más ambición, más eficacia y menos errores para encaminar su pasaje a la segunda ronda del torneo. Argentina, fiel a su formación ofensiva 3-3-1-3, comenzó con ímpetu aunque sin claridad. Tenía ganas de cambiar la cara exhibida contra Paraguay aunque fallaba en los caminos para conseguirlo. Pero contó con la colaboración de su rival que, literalmente, se metió dos goles en contra. El primero fue una jugada increíble. Leonardo Rolón envió un centro desde la derecha, el defensor Perleche se la bajó al arquero con el pecho y Prieto, en lugar de agarrarla con las manos, intentó controlarla con los pies y se le fue por abajo.

Cuatro minutos más tarde, se amplió el resultado. En esta ocasión fue el defensor Bernaola, que en lugar de rechazar de cabeza terminó peinando la pelota contra su propio arco. La defensa peruana, mareada por los errores, volvió a fallar en el tercer tanto. Abram pifió aparatosamente en su área, la controló Tomás Martínez y la cedió para Angel Correa, que definió fuerte y entre las piernas del arquero. Fue Simeone quien marcó el cuarto, tras una habilitación de Driussi y luego de otra falla rival, esta vez en mitad de cancha.

Con el 4-0, los juveniles argentinos sacaron el pie del acelerador. Intentaron hacer control de pelota y desarollar un juego asociado. Pero este equipo que golea en el arco rival sufre demasiado con su defensa de tres hombres y sin un mediocampo de quite. Bastaron diez minutos de la etapa complementaria para que el equipo de Víctor Rivera hiciera dos goles y se ilusionara con una remontada.

Sin embargo, el descuento hizo reaccionar al equipo albiceleste, que aprovechó la frescura de la ex joya de las inferiores de Boca, Leonardo Suárez, para sentenciar el trámite del partido. El futbolista de Villarreal primero definió fuerte en un rebote que encontró a la salida de un tiro libre, y luego lució gran sensibilidad para colocar un centro preciso a la cabeza de Simeone, que acomodó la pelota a la derecha del arquero con gran frialdad. El hijo de Diego Simeone lidera la tabla de goleadores con cuatro tantos en tres partidos. Y todo el equipo sueña con repetir actuaciones como ésta, sin descuidarse atrás, para que el boleto al Mundial y a los Juegos Olímpicos esté cada vez más cerca.