Fue un clásico hirviente, volcánico, nervioso. Banfield y Lanús se dejaron llevar por sus emociones y protagonizaron noventa minutos para verlos de pie y con el corazón acelerado. Lanús lo planteó de contraataque. Y de contraataque lo ganó 2-1. Banfield debió sobrellevar la expulsión de Vittor a los 22 minutos del primer tiempo y la de Noir sobre el cierre de esa etapa. Y aunque el equipo de Matías Almeyda ratificó su talante ofensivo y atacó toda la tarde con tres delanteros, la inspiración no le abundó y chocó más de la cuenta contra el firme vallado granate que dispusieron los mellizos Barros Schelotto.

De esta manera, volvió a darse la paradoja de estos partidos. Porque terminó venciendo el que, en la previa, peor llegaba. Lanús había perdido sus dos partidos anteriores (0-4 con San Lorenzo y 0-1 con Argentinos de local). Y Banfield sumaba cuatro triunfos al hilo. Acaso por eso, Lanús cedió la iniciativa y se paró en su propio campo con una idea clara: cortarle a Banfield desde allí la circulación de la pelota y salir rápido por los costados vía Lautaro Acosta, Melano y Benítez.

La apuesta arrojó resultados inmejorables. Las corridas de los delanteros fueron imparables para una defensa que hacía agua por las bandas. Y a los 22 minutos del primer tiempo, llegó la jugada que habría de modificar el partido: Acosta contragolpeó por la derecha, Vittor lo tomó del hombro cuando entraba al área, el árbitro Patricio Loustau lo expulsó, y Aguirre con un zurdazo fuerte y a la izquierda calló por primera vez las voces del estadio Florencio Sola.

Con un hombre menos y un gol en contra, a Banfield lo invadió la desesperación. Y empezó a saltar las líneas y meter pelotazos frontales que terminaron estallando en las cabezas de Gustavo Gómez y Barisone, los dos centrales granates. Sobre el cierre de 45 minutos de ida y vuelta, Benítez y Noir se agredieron en el área de Lanús y Loustau los expulsó sin demora.

Lanús ratificó sus planes contraofensivos en el segundo tiempo. Con diez jugadores de su lado y nueve en el de Banfield. Acosta siguió siendo imparable para Luciano Civelli y a los 17 minutos, Lucas Melano anotó el 2-0 luego de una gran escapada de Ortiz por la derecha. Tres minutos más tarde, se marchó expulsado Acosta, después descontó Asenjo (que había ingresado por el ecuatoriano Cazares y convirtió en la primera pelota que tocó), y, con el medio campo definitivamente roto, los veinte finales fueron para el infarto.

Banfield atacó siempre con tres pero no supo como entrar a la poblada área granate. Y Lanús, con los espacios abiertos, no pudo rematar el partido en tres corridas favorables. Los dos equipos llegaron sin aliento al último pitazo de Loustau. Y era lógico: jugaron palo y palo un clásico que no les dio tregua a los corazones.

Estadio: Banfield.

Arbitro: Patricio Loustau.

Goles: 22 m, Aguirre (L) de penal; 62 m, Melano (L); y 69 m, Asenjo (B).

Cambios: 56 m, Viatri (4) por Domingo (B) y Silva (5) por Araujo (L); 69 m, Asenjo por Cazares y Noguera por Yeri (B); 77 m, Pasquini por Aguirre (L); y 90 m, S. González por Melano (L). Incidencias: expulsados 22 m, Vittor (B), 42 m, Noir (B) y Benítez (L) y 65 m, Acosta (L).