Cuando faltaban cuatro minutos para terminar el partido ante Olimpo, Martín Benítez recibió un pase de Pisano en la entrada al área y vio que se le venían al humo tres jugadores de camiseta negra y amarilla, uno por el medio y los otros dos a cada uno de los costados y entonces hizo el pase de magia: enganchó la pelota de pie a pie, arqueó la cintura y con dos toques cortitos quedó mano a mano con Champagne. Ya en ese momento los hinchas locales empezaron a brindar por el golazo. Fue la rúbrica para un buen triunfo de Independiente y una destacada actuación del pibe que un rato antes había señalado el segundo tanto con un remate cruzado al recibir un rechazo en la entrada al área. Dos goles en un partido para mejorar una estadística que marcaba hasta ayer tres conquistas en 49 encuentros por campeonatos locales, la mayoría de ellos entrando como suplente.

Benítez había debutado, muy jovencito, de la mano de Ramón Díaz en el 2011, precisamente contra el mismo rival, en un partido que terminó con un resultado parecido: 3-0. Después jugó algunos encuentros más y cayó en desgracia el año pasado cuando apareció en las páginas policiales envuelto en un confuso episodio en el que su novia denunció haber sido violada por un compañero del club. En un reciente reportaje dijo estar dispuesto a no dejar pasar ninguna oportunidad que le abriera el fútbol después de haber cometido muchos errores, “Vengo de una familia muy pobre, en Posadas muchas veces no teníamos para comer y nos arreglábamos con mate cocido. Cuando llegué a Primera me agrandé e hice cosas que no debía, pero por suerte los buenos consejos me llevaron a recapacitar”, dijo. Ayer, este chico de 21 años, se llevó los aplausos de todo el estadio por haber sido la figura del equipo. “Cuando llega un entrenador nuevo todos empezamos de cero”, expresó al final, en referencia a Mauricio Pellegrino que debutó en este encuentro.

Mientras espera por los refuerzos que ya están (Ortiz, Pellerano y Pereyra Díaz) y los que podrían sumarse (Vega, Rinaudo, “Cebolla” Rodríguez) Independiente superó 3-1 a Olimpo en un encuentro en el que de a ratos mostró poder ofensivo y mucha endeblez defensiva y en el que dividió la pelota con un rival que en todo momento se propuso jugar de igual a igual.

Es raro lo de Independiente. En el arranque mostró muy buen juego, toque rápido y preciso y vistosas resoluciones individuales que hicieron prever que no demoraría en coronar su actuación en la red. En efecto, antes de la primera mitad de la etapa después de un gran apilada de Jesús Méndez, el colombiano Valencia empujó la pelota a la red. Pero Olimpo empató enseguida. El ex delantero de Boca Joel Acosta encaró por la izquierda entre varios jugadores rivales y se fue en diagonal casi hasta la puerta del arco. Rodriguez cubrió el primer palo y Acosta la mandó a la red por el segundo.

Independiente, que de ratos amenaza con deslumbrar a todos y de a rato cae en la oscuridad total, encontró el segundo gol, a 15 minutos del final cuando Benítez recogió un rechazo envuelto para regalo, sufrió cuando Acosta estuvo a punto de empatar nuevamente y al final terminó gozando con el golazo de Benítez que aseguró los tres puntos.

Estadio: Independiente

Arbitro: Fernando Rapallini

Goles: 18m Valencia (I), 21m Acosta (O), 73m y 86m Benítez (I).

Cambios: 63m Aquino por Valencia (I), 70m Borrego por Amoroso (O), 77m Acuña por Blanco (O), 80m Figal por Aguilera (I), 84m Klusener por Quiroga (O), 88m Papa por Pisano (I).