Ganó Boca, recuperó la punta, la gente cantó mucho, tuvo tiempo para acordarse en el período final de River y también de San Lorenzo, disfrutó de algunas pisaditas sobre el final y cerró la tarde con un aplauso cerrado. Hasta ahí todo bien. Pero cuando los hinchas empezaron a bajar las escaleras les empezó a bajar también el entusiasmo. Tomaron conciencia de que los próximos rivales son el agrandado Gimnasia, en La Plata, San Lorenzo, al que habrá que enfrentar sin Gago ni Tevez, y River en el Monumental. Y agarrate Catalina si Boca muestra en esas difíciles paradas el nivel que exhibió ayer en gran parte del primer tiempo de su partido con los mendocinos.

La tarde boquense pegó más de una vuelta. El equipo arrancó fenómeno, se deshilachó después del primer cuarto de hora y se serenó en el segundo tiempo después del penal convertido por Tevez. El arranque electrizante se iluminó con un par de gambetas de su jugador estrella y algunos circuitos de toque en velocidad que obligaba a los mendocinos a meter demasiado fuerte, más allá de los permitido. En esos 15 minutos iniciales no pudo concretar en la red lo que construía en el juego y los mendocinos se dieron cuenta de que se podía llegar a jugar de igual a igual. Lo curioso es que Boca llegó al gol en su peor momento. La secuencia del gol tuvo como protagonista central a Tevez:

1) Peleó una pelota en la mitad de la cancha contra dos rivales y logró que la pelota terminara en los pies de un compañero.

2) En la continuidad de la jugada, rodeado por dos rivales, vendió una falta que compró Laverni, sobre la izquierda del ataque de su equipo.

3) Pateó el mismo el tiro libre y le puso la pelota en la cabeza a Meli, que le dio muy bien con el parietal derecho y la hizo entrar en el arco junto a un palo.

En esa confusión generalizada en la que entró todo Boca antes del gol, el punto más débil fue el costado derecho de su defensa. Por ahí habían encontrado los visitantes una buena grieta para arrimarse hasta Sara. Y el arquero, como en sus dos últimos partidos se mostró primero inseguro, y después, como consecuencia de lo anterior, nervioso. No recibió goles y en realidad parece increíble que no se hayan hecho si se repasan las dos llegadas más claras de Godoy Cruz. En una, Burgos cabeceó afuera desde el área chica, sin marcas y sin arquero. Y en la otra, Giménez pateó al arco desguarnecido y el Cata Díaz salvó de última.

Godoy Cruz es un equipo joven que mete mucho. Intenta jugar la pelota redondita, pero ayer al menos no tuvo reacción en el segundo tiempo, cuando Boca se afirmó mejor en el terreno (especialmente cuando entró Lodeiro por Palacios). Tan poca fue su producción ofensiva en la segunda etapa que todo el mundo se olvidó de Sara y ya no hubo murmullos como en la primera parte. El broche del triunfo de Boca lo puso Tevez de penal en una falta que le habían cometido a Erbes. Esperó que se moviera Rey y le dio al otro poste, con clase, sin demasiada fuerza.

En el balance de los 90 minutos no pueden quedar dudas sobre los méritos del equipo de Arruabarrena. Sí quedaron dudas sobre la capacidad defensiva para afrontar lo que se viene. Por lo pronto quedó claro que en el próximo encuentro atajará Orion.

Estadio: Boca.

Arbitro: Saúl Laverni.

Goles: 38m Meli (B); 65m Tevez (B), de penal.

Cambios: 60m Lodeiro por Palacios (B), 70m Tobio por Rolín (B), 83m Chávez por Calleri (B).