“Tuvimos una idea de juego que pudimos llevar adelante durante cuarenta minutos. Creo que ahí estuvimos bien e hicimos sentir incómodo a un gran equipo. Después del gol nos desbordamos un poquito. En el segundo tiempo intentamos algunas cosas, aunque jugamos contra un gran equipo, que cuando encuentra espacios y con la jerarquía de jugadores que tiene, te desequilibra en cualquier momento”, explicó Marcelo Gallardo, entrenador de River, sobre el desarrollo de la final del Mundial de Clubes.

Respecto de los cambios, dos en el entretiempo, el técnico mencionó que buscó “tener mejor control de pelota con Lucho (Luis González) y darle más velocidad al ataque con (Gonzalo) Martínez. Que acompañara a (Tabaré) Viudez, que era el jugador que teníamos en buena forma”. Puntualizó que “el segundo gol llegó de un error nuestro en ataque” y que en el primero no vio la supuesta mano de Messi desde su posición.

“Lamentablemente no pudimos sostener el partido que queríamos hacer. Pero el balance, más allá de la tristeza y la amargura por haber perdido, es de agradecimiento a los jugadores por el gran esfuerzo durante todo el año y medio que llevamos. Hoy era un partido final, casi diría de un final de ciclo, con jugadores que se están despidiendo. Era la frutilla del postre. Habíamos llegado hasta acá merecidamente, aunque no llegábamos en el mejor momento futbolístico nuestro, ésa es la amargura que me da”, describió. Jonathan Maidana, a quien también se le había escapado este campeonato cuando jugaba en Boca en 2007, precisó que no quedaron conformes con el juego del equipo porque “3-0 no le gusta a nadie. En el segundo tiempo tuvimos algunos contras, pudimos llegar y lastimar. Pero no se dio. Y cuando estábamos bien llegó el gol de ellos y nos descolocó un poco. Hicimos el mayor esfuerzo, así que no nos vamos con ningún reproche”. Sostuvo que no era “imposible” ganarle a este rival, pero “uno no debe tener errores porque sabe que en frente tiene al mejor del mundo. Y pasó así, hicieron la diferencia en algunas jugadas claves”.

Consultado por la posibilidad de marcar al poderoso tridente de ataque, mencionó que fue un “privilegio”. También aclaró que una vez finalizado el partido fueron a saludar a la gente dando una vuelta al campo de juego. “Quisimos saludar a todos por el apoyo, por el aguante y la confianza que tuvieron en el equipo. Mucha gente viajó, hizo el esfuerzo para estar acá, así que nos tocó reconocerlos. Más allá de la derrota, creo que se van satisfechos de lo que el equipo dio”, precisó el zaguero.

Marcelo Barovero, capitán y gran figura del equipo en el torneo, analizó que “seguramente en el balance que se hará en los próximos días habrá muchísimas cosas positivas que no se van a tapar para nada por este resultado. Pero en este momento dura un poco la bronca por no haber conseguido lo que todos queríamos. Debemos aceptar que fuimos superados”.

Los mediocampistas Matías Kranevitter y el uruguayo Carlos Sánchez jugaron ayer su último partido con la banda roja en el pecho. “Fue una despedida dolorosa, pero estoy contento por todo lo que hice en el club, desde los 13 años que estoy y dejé una buena imagen y gané títulos. Es el sueño de todo jugador. Seguramente voy a extrañar el club”, expresó el volante central, que continuará su carrera en el Atlético de Madrid.

Por su parte, el volante por derecha, que se sumará a Monterrey, saludó a través de su cuenta de Twitter: “Este grupo me hizo cumplir mis sueños, siempre estarán en mi corazón. Muchas gracias!!!!”