Con Wilfredo Caballero como gran figura en la definición por penales, Manchester City se quedó con la Copa de la Liga (Capital One) de Inglaterra al superar 3-1 desde los doce pasos a Liverpool, luego de empatar 1-1 en los 120 minutos de juego. Sergio Agüero y Nicolás Otamendi fueron titulares en el equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, mientras que Pablo Zabaleta ingresó para jugar el tiempo suplementario.

Luego de una primera etapa de ida y vuelta, aunque sin demasiado peligro en los arcos, el marcador se movió en el complemento. Agüero se vistió de asistidor para habilitar a Fernandinho y el brasileño marcó con cierta complicidad del arquero. La desventaja pareció despabilar al conjunto del alemán Jurgen Klopp, que adelantó sus líneas e incluso se desprotegió en el fondo. Así fue como Sterling lo falló dos veces en el arco de Mignolet de contraataque y cómo sobre el final, a falta de siete minutos para el cierre, llegó el empate del también brasileño Philippe Coutinho.

El trámite se prolongó en dos tiempos suplementarios, en los que no se sacaron ventajas, y luego fue el tiempo de los penales donde el arquero se convirtió en héroe. El ex jugador de Boca, Elche y Málaga les contuvo los disparos a Leiva, Coutinho y Lallana y solamente el turco Emre Can le marcó. En el City, en cambio, falló Fernandinho, pero lo hicieron Navas, Agüero y Yaya Touré. Entonces llegó el tiempo del festejo y de la vuelta olímpica, tras la cuarta Copa de la Liga que consigue el equipo y la segunda bajo la tutela del técnico chileno luego de la sumada en 2014.

“Es increíble ganar esta copa. He vivido una semana muy dura pero lo hemos logrado. Es importante para mí y para mi familia en Argentina, porque es mi primer trofeo”, expresó el arquero de 34 años, que sólo ha jugado 12 partidos esta temporada porque el arco le pertenece al inglés Joe Hart. “Intenté ver todos sus tiros la pasada noche, pero me dejé llevar por mi intuición”, reconoció. Por su parte Pellegrini, quien impulsó su llegada al equipo, lo defendió públicamente: “Prefiero perder el título a perder mi palabra. Muchos esperaban para criticarme si Willy cometía un error”.