Estudiantes ganó, gustó y goleó en el clásico platense, con una tarea sobria que le permitió aumentar su paternidad ante Gimnasia y meterse de lleno en la pelea por el campeonato, donde quedó a tres puntos de Lanús, en la Zona 2. En el estadio Ciudad de La Plata el conjunto local nunca perdió ante su eterno rival e incluso aumentó su invicto de los últimos ocho juegos, con cinco triunfos y tres empates. Por su parte, el elenco de Pedro Troglio sumó su tercer partido sin victorias y dejó una pálida imagen.

Los clásicos se juegan con el cuchillo entre los dientes, como pregonaba Diego Simeone, pero también con inteligencia y aprovechando la calidad individual de los intérpretes. En ese rubro el equipo de Vivas fue muy superior de la mano de Gastón Fernández, autor de un doblete y figura del partido. Carlos Auzqui, que había entrado por la lesión de Cavallaro, hizo el tanto restante. La revancha será en la fecha 12, en cancha de Gimnasia. La escena de Nicolás Mazzola propinándole patadas en el piso a Mariano Andújar, ex arquero de la Selección, fue la última imagen que entregó la batalla campal que protagonizaron los jugadores de ambos equipos en un partido, supuestamente amistoso, que terminó en una gresca generalizada y con más de una docena de jugadores suspendidos. El antecedente era pesado. Pero los futbolistas se olvidaron de la historia y se dedicaron a jugar. En realidad, el dueño de La Plata de los últimos años, que no cae ante el Lobo desde el Torneo Apertura 2010, dejó en el pasado el bochorno y lustró la chapa de candidato ante su gente, que vivió el encuentro como una fiesta. Gimnasia, en cambio, no puede despegarse de su karma, transitó el juego nervioso y nunca encontró los caminos para generar peligro.

Luego de algunos minutos iniciales cortados, con ambos midiéndose y sin mostrar sus cartas, Estudiantes impuso las condiciones de la partida. Y aunque ambas formaciones tenían la misma disposición táctica, 4-2-3-1, la del equipo Pincharrata era mucho más confiable y estaba sostenida por su columna vertebral. Andújar en el arco, la zaga de Schunke y González Pírez –que no sintió la ausencia por lesión de Desábato–, la dupla de volantes centrales con Damonte y Ascacíbar, un pacman todo terreno de 19 años, y Viatri, a quien el técnico hizo jugar a pesar de los goles de Quintana.

A este poderío se sumó la calidad de Gastón Fernández, que aprovechó un centro de Augusto Solari desde la derecha y la cortina de Viatri y definió con practicidad para estampar el 1-0 a los diez. La ventaja refregó los antecedentes y aumentó la comodidad en la cancha. Porque Bou estaba muy solo para inquietar y los mediocampistas visitantes perdían la contienda en la zona de gestación. Ahí Cavallaro, como antes había hecho Solari en la apertura, ganó cuando encaró. A los 23 minutos, la apilada del jugador que llegó desde San Lorenzo terminó con una tapada bárbara de Bologna.

En el complemento, la intensidad y la claridad blanquirroja siguieron firmes. Entonces Fernández se animó a probar desde lejos con un zurdazo débil, el uno dio un rebote largo y Auzqui no se lo perdonó. Tanta era la confianza que hasta los laterales se animaron a proyectarse hasta el fondo. En una de esas excursiones, a Sánchez lo tumbaron en el área y Fernández picó el penal para sentenciar la faena. La Gata se llevó la ovación cuando lo cambiaron y anticipó la fiesta que llegaría un rato después con el pitazo final. Al Lobo ni siquiera le salió el tiro del final y no pudo descontar.

Estadio: Ciudad de La Plata (local Estudiantes).

Arbitro: Néstor Pitana.

Goles: 10m y 64m G. Fernández (E); 55m Auzqui (E).

Cambios: 35m Auzqui por Cavallaro (E), 51m Niell por Faravelli (G), 58m Mazzola por W. Bou (G), 66m L.Rodríguez por Viatri (E), 77m Medina por Niell (G), 78m Gil por G.Fernández (E).

n Facundo Sánchez pasa al ataque por la derecha, como en la jugada que derivó en el penal. Foto: Julio Martín Mancini