Con preocupación por el bajo rendimiento que viene exhibiendo en los últimos partidos, la selección chilena viajó ayer a Estados Unidos. El primer rival de la Argentina en la Copa América cayó 2-1 el viernes ante Jamaica, en un amistoso que puso punto final al trabajo en tierras trasandinas. Esta derrota encendió las alarmas sobre la capacidad del equipo que dirige Juan Antonio Pizzi para repetir las actuaciones que lo llevaron el año pasado a proclamarse campeón del torneo continental por primera vez. “Tengo que visualizar los errores que hemos cometido y las virtudes que hemos podido mostrar para seguir corrigiendo lo que hay que corregir y hacer hincapié en las cosas buenas”, resumió el técnico tras el partido. “No tuvimos fluidez en el juego”, agregó Pizzi sobre Chile, que disputará su último encuentro de preparación el miércoles en San Diego ante México. De todos modos, el entrenador confía cambiar este preocupante panorama a partir de las inclusiones del arquero y capitán Claudio Bravo y de los volantes Arturo Vidal y Marcelo Díaz, quienes son considerados titulares indiscutidos y estuvieron ausentes por sus vacaciones. Desde que asumió a comienzos de año, Pizzi ganó un solo partido, el que disputó contra Venezuela por las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.