Maxi Rodríguez, flamante volante del Liverpool, se despidió ayer del Atlético de Madrid con lágrimas en los ojos que incluso le impidieron hablar en varios momentos de una conferencia de prensa muy emotiva, en la que destacó que su paso por el club rojiblanco coincidió con los “mejores años” de su carrera.

El ex jugador de Newell’s, acompañado por su mujer, su hija y Enrique Cerezo, presidente del Atlético, estuvo muy emocionado durante todo el acto en la sala VIP del Vicente Calderón, en el que un video con imágenes de sus casi cinco años en la entidad, en la que disputó 155 partidos oficiales y marcó 44 goles, desataron sus lágrimas. Fue un repaso por sus momentos en el club, con imágenes de su trayectoria, su presentación en el verano de 2005 como nuevo jugador rojiblanco, su recuperación de la grave lesión de rodilla sufrida en octubre de 2007, su celebración de goles con la cinta de capitán y del día a día de los entrenamientos con el Atlético.

Un video emotivo antes de tomar la palabra. No pudo hablar por la emoción, con los ojos repletos de lágrimas. “En primer lugar, quiero agradecer a Enrique, a todo el mundo... Es muy difícil hablar. Creo que pasé años muy lindos”, dijo Maxi con la voz entrecortada antes de que le fuera imposible continuar hablando.

El volante, que recibió la camiseta del Atlético con el número once y su nombre, retomó la palabras minutos después. “Son sensaciones muy lindas. Son muchos años, los mejores de mi carrera. Desde que llegué me han tratado como en mi casa, como en la Argentina”, recordó. “Sólo tengo palabras de agradecimiento a Enrique (Cerezo) y a Miguel Angel (Gil Marín), que fueron las dos personas que confiaron en mí, en mi juego y en la calidad humana sobre todo. Y uno siempre trató de hacer lo mejor, saliendo las cosas bien o mal, pero siempre estuvo a disposición tanto del club como de mis compañeros y de todos los entrenadores que tuve. Aprendí muchísimo de todos”, continuó.

La despedida fue difícil para Maxi, “porque fueron muchos años”. “Estaba como en mi casa. Me trataron siempre muy bien en los momentos buenos y en los malos. Y, sobre todo, lo que uno va a extrañar es la calidad humana. Eso es muy lindo. Ojalá eso se pueda volver a vivir en otro club, pero va a ser muy difícil”, valoró.

De sus casi cinco años en el Atlético, en los que fue un jugador muy importante para el equipo, Maxi repasó sus mejores y peores momentos en el club: “¿El mejor? Todos. Unos más, otros menos. Siempre estuve a las órdenes del club, del entrenador, de mis compañeros... Siempre traté de dar lo mejor que sabía, aportar esa experiencia y esas ganas. Y después, lo peor fue el tema de la lesión, pero creo que eso fue lo que me hizo más fuerte”.

El volante de la Selección Argentina admitió que fue “muy difícil” tomar la decisión de irse del club rojiblanco para mudarse al fútbol inglés. “Pero siempre me han gustado los retos. Y ésta era una experiencia nueva. Todo no pasa siempre por lo futbolístico sino también por la calidad de vida, aprender otro idioma, otra cultura...”, explicó el volante. “Probablemente son los últimos años como profesional estando en Europa. Quería tomar esa nueva experiencia, aprovecharla y conocer otra liga. Ojalá que me vaya bien, que pueda disfrutarlo al máximo y tratar de dar el mismo rendimiento que di acá en el Atlético”, destacó La Fiera.

Ya con su nuevo equipo, el Liverpool, Maxi podría enfrentarse con el Atlético en próximas rondas de la Europa League. “Van a ser sensaciones muy raras. Ojalá uno pueda volver a encontrarse, pero en este caso prefiero no enfrentarme y tratar de evitarlo”, indicó Rodríguez, en una muestra más de su agradecimiento eterno al Atlético de Madrid.