Fue un partido más que digno para ser una final. Y lo terminó ganando el mejor tenista del momento, el 2 que apunta a ser el 1 a corto plazo, recién en el tie-break del último set, gracias a una doble falta de su rival, tras durísimas tres horas y media de un tenis atrapante. Al igual que en Indian Wells y dos semanas después, Novak Djokovic (2º) se impuso a Rafael Nadal (1º), esta vez 4-6, 6-3, 7-6 (7-4) y se quedó con el título del Masters 1000 de Miami, que recupera tras haberlo conquistado en 2007. Así, el serbio elevó a 24 los triunfos sin derrotas en la temporada, y se perfila para alcanzar la cima del tenis mundial antes del cierre del año. “Ganar contra el mejor jugador del mundo en el tercer set es increíble”, alcanzó a decir.

Bajo un calor sofocante, la disputa entre los dos mejores del mundo se extendió por 3 horas y media con excelentes jugadas, nerviosismo y hasta raquetas lanzadas contra el suelo en señal de frustración. El encuentro tuvo matices y resultado idéntico al de Indian Wells, pero con muchos matices diferentes. En ambos partidos, los dos primeros sets fueron idénticos. Nadal se impuso en el primero (6-4) y Djokovic en el segundo (6-3). Pero el cierre en Miami exigió que ambos extrajeran todas sus virtudes y reservas físicas.

Nadal ganó el primer set aprovechando la eficacia del servicio y los errores no forzados de Djokovic, principalmente en las devoluciones de revés. Fue un arranque con menor dramatismo a lo esperado, por las fallas del invicto serbio. “¡Arriba Rafa!”, gritaban los partidarios de Nadal tras concluir cada jugada. “¡Vamos que tú puedes, estamos contigo!”

En el segundo, Djokovic hizo mejor uso de su revés, combinó con mayor efectividad y obligó a Nadal a jugar más tiempo por derecha, lo que le permitió emparejar el partido, no sin antes evidenciar su disgusto al tirar la raqueta cuando tenía ventaja 3-0. Entonces aparecieron en las tribunas banderas serbias, gritos y carteles en respaldo a Djokovic.

El tercero resultó una guerra de resistencia y reservas físicas. Llegaron igualados 4-4 cada uno llevándose el punto con el servicio. Nuevamente Nadal puso el marcador 5-4 a su favor utilizando su agresividad y consistencia, en tanto Djokovic daba muestras de debilidad y erraba algunos tiros no forzados.

Pero el serbio no tiraba la toalla para nada y volvía a empatar el marcador 5-5 cuando el reloj marcaba tres horas de juego. Empatados 6-6, el tie-break resultó tremendo para los seguidores de Nadal, quien cometió doble falta cuando iban 2-2.

Ese error decidió el destino del encuentro y la victoria de Djokovic, invicto en 2011 con triunfos además en el Abierto de Australia, en Dubai e Indian Wells. Como prueba de su indiscutible campaña, Djokovic, de 23 años, sumó éxitos ante Nadal y tres ante el suizo Roger Federer, sin conocer este año los sinsabores de la derrota, frente a esos dos colosos del tenis.

La derrota ante Djokovic es la segunda de Nadal en una final en el año, y la tercera que pierde en Miami: ya había caído contra Roger Federer (2005) y Nikolai Davydenko (2008) y, aunque se mantiene como número 1 del mundo, Djokovic se muestra como el mayor peligro para el español.

La presencia de Toni Nadal, entrenador de Rafa, no fue suficiente para que el jugador español dominase los puntos más importantes. Toni Nadal llegó a Miami para el partido de semifinales del viernes contra Federer, quien cayó derrotado en dos sets en menos de hora y media. Ayer, el primer servicio de Nadal no entró con facilidad y cometió un total de 6 dobles faltas contra ninguna de Djokovic. En los segundos servicios estuvo la diferencia, ya que el serbio ganó un 71 por ciento, contra el 45 de Nadal.