Junio de 1956. Se produce un alzamiento del general Juan José Valle contra la dictadura autodenominada “Revolución Libertadora”, que había derrocado al presidente Juan Domingo Perón. El gobierno militar está al tanto del movimiento, pero en lugar de actuar antes decide reprimir a sangre fría. En la noche del 9 de junio hay fusilamientos clandestinos en distintos puntos del país. En los basurales de José León Suárez, por ejemplo, doce civiles que pretendían sumarse al alzamiento son víctimas de las balas. Cinco mueren y otros siete logran sobrevivir. Ese trágico hecho, típico caso de terrorismo de Estado, es investigado por el periodista Rodolfo Walsh y registrado en una serie de crónicas publicadas en el periódico Mayoría, que luego serían recopiladas en el imprescindible libro Operación Masacre.

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El Club Social y Deportivo Central Ballester es un club de fútbol argentino, fundado el 26 de octubre de 1974 por un grupo de socios que no estaba de acuerdo con la desafiliación de Central Argentino, que tenía más de cincuenta años de historia. Se decide que Central Ballester llevaría los mismos colores que Central Argentino azul y amarillo, que habían sido elegidos en 1920 inspirados en el viejo Ferrocarril Central Argentino, que pintaba sus barreras con estos colores. En distintas etapas de su historia el club tiene sus sede en varios puntos del partido de San Martín, en los difusos límites entre José León Suárez, Ballester, Boulogne y Villa Adelina. Actualmente participa en los torneos de Primera D.

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Los fusilamientos de José León Suárez y Central Ballester tuvieron un punto de encuentro cuando un miembro de la comisión directa del club, Ezequiel Rodríguez, tuvo la idea, aprobada por sus compañeros de dirigencia, de poner un elemento simbólico de los fusilamientos en la camiseta alternativa del club. El acto de presentación de la particular camiseta se realizó en el bar La Curva, tuvo como conductor al joven periodista Nicolás Pisano y como orador principal al periodista Marcelo Massarino quien resaltó el valor de la memoria histórica, planteado desde un ámbito popular como lo es el fútbol.

Luis Orquera, presidente de la institución y legendario ex defensor destacó que conocían bien la historia a través del libro de Walsh “y, como nosotros somos de José León Suárez, decidimos rendirle homenaje a gente que luchó por la democracia en tiempos difíciles de nuestro país.”

Como antecedentes de casaca politizada se puede mencionar que otro club bonaerense, Liniers, de Justo Villegas, partido de La Matanza, que juega en Primera C, lleva grabado en cada una de las mangas de su camiseta, el rostro de Néstor Kirchner, un hecho que tuvo mucha repercusión en las redes sociales y que concitó más adhesiones que críticas.

En España el Rayo Vallecano también unió al fútbol con cuestiones sociales y presentó una camiseta alternativa de color negro con una franja arco iris dedicada a los “héroes anónimos de la sociedad”. El rojo es para los que luchan contra el cáncer. El naranja, para los que pelean por la integración de las personas con discapacidad, el amarillo, para los que nunca pierden la esperanza, el verde, para los que luchan por proteger el medio ambiente, el azul para los que se enfrentan al maltrato infantil, el violeta, para los que combaten la violencia de género y la franja arco iris en su totalidad para los que luchan contra la discriminación por orientación sexual.

En la parte inferior de la camiseta, aparece el lema “Solidaridad!”. La estrenaron en un partido contra el Real Madrid en el que perdieron 10 a 2, razón por la cual los hinchas más fanáticos del club la consideran gaffe (mufa). También en España clubes valencianos, vascos y catalanes utilizan camisetas suplentes con los colores de las banderas propias, como claras señales de sus posiciones independentistas.

Todos estos hechos fueron actualizados por el club Central Ballester con la imagen de un hombre con los brazos abiertos y dos líneas de fusiles a cada lado, recordando los fusilamientos de José León Suárez. Una decisión muy loable porque es sabido que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.