Marcos Maidana no dio el salto de calidad que necesitaba para meterse en el mundo de los welters. En la madrugada del domingo, y en el Scottrade Center de Saint Louis, Missouri (EE.UU.), Devon Alexander lo derrotó ampliamente por puntos en 10 rounds. Y mucho más ampliamente si se analiza el control estratégico de la pelea. Alexander, ex campeón CMB-FIB de los welter juniors, fue un boxeador hecho y derecho que dominó el pleito de principio a fin. Maidana, en cambio, fue un peleador frustrado. Nunca pudo hacer nada de lo que se suponía que debía hacer para ganar un combate que siempre le quedó a contramano.

Fue la peor actuación del santafesino. Tan decepcionante que un solo detalle la califica: no pudo poner una mano clara en toda la noche. En la media distancia, Alexander (66,450 kg) le pintó la cara con su boxeo ágil, suelto y veloz. Y cuando Maidana (66,560 kg) intentó meterse en la medida corta, el estadounidense no tuvo empacho en amarrarlo cuantas veces fuese necesario. En ninguna de esas situaciones, el Chino tuvo variantes para oponer. Y sin poder pegar como a él le gusta, se entregó mansamente a lo inevitable de la derrota que las tarjetas reflejaron con generosidad. Dos tarjetas lo dieron perdedor en todos los rounds (100/90). La restante le reconoció un 99/91 en coincidencia con Líbero.

El problema de Maidana no radicó en el salto de categoría. No es que no lo pudo mover a Alexander porque subió de welter junior a welter. De hecho, lo mismo hizo el estadounidense y estuvo impecable. El problema fue que ni siquiera le pudo pegar. Y que Alexander, con su estilo ligero, movedizo y juguetón le puso en negro sobre blanco sus archiconocidas carencias técnicas. Si Maidana siempre fue un boxeador lento y poco creativo, dependiente en exceso de su pegada y de su fortaleza física, ante Alexander lo fue muchísimo más. Casi hasta el filo de lo insoportable.

Dentro de lo mala que terminó siendo esta aventura, lo único bueno es que Maidana no perdió su título AMB de los welter juniors. Y que ahora se enfocará en defenderlo pronto. Si le hubiera ganado a Alexander, ahora estaría soñando con llegar a ser campeón de los welters y hasta se habría especulado con una pelea a futuro contra Floyd Mayweather o Manny Pacquiao. La noche negra que el Chino vivió le dio un mazazo de realidad a todos esos pensamientos.