BASQUETBOL › CIERRE DE LUJO DE LOS JUEGOS OLíMPICOS PARA LA ARGENTINA
Sin Ginóbili, con Nocioni estropeado, con todos los pronósticos en contra, la Selección superó a Lituania en un memorable triunfo y se quedó con el tercer puesto en Beijing. Misma cosecha que en Atenas.
“Va a ser la lucha entre nuestro desgaste físico y el bajón mental de los lituanos.” En la previa, Luis Scola dio el diagnóstico preciso para entender el partido por el tercer puesto. Y luego de los cuarenta minutos quedó en claro que el corazón de los jugadores argentinos suplantó los problemas físicos para conseguir otro memorable triunfo, esta vez 87-75 sobre Lituania, que sirvió para adjudicarse la medalla de bronce. Los bálticos recién repuntaron cuando estuvieron veinte puntos abajo y no les alcanzó con el intento de reacción que esbozaron en el último cuarto. Con esta conquista, la delegación argentina igualó la cosecha conseguida en Atenas 2004, con dos doradas y cuatro de bronce.
Sin Ginóbili, la primera apuesta del equipo argentino fue lastimar con el juego interior, gracias a los buenos aportes de Scola y, en menor medida, Oberto. Sin embargo, esa fórmula apenas le alcanzó para mantener parejo el tanteador. Cuando buscó con los tiradores, el conjunto de Hernández comenzó a tomar una distancia inesperada. Y lo sorpresivo fue que encontró los puntos en el banco de suplentes, el principal déficit a lo largo del certamen. No obstante, dos triples de Leo Gutiérrez y tres de Paolo Quinteros –más otro de Nocioni– resultaron la clave para pasar del 25-26 en los primeros minutos del segundo cuarto al 46-34 con que se fueron al descanso. Más allá de la puntería externa, la gran diferencia pasaba por la actitud de un equipo que tenía claro el objetivo y otro que todavía se lamentaba de la chance perdida ante España en la semifinal.
Con la ventaja, Argentina encontró su mejor versión. A partir de una presión defensiva asfixiante que encabezaba Prigioni en la primera línea, que continuaba en el “lesionado” Nocioni y que se complementaba de manera perfecta con el resto, el campeón saliente desdibujó a Lituania, que no encontraba vías de gol confiables y que perdía pelotas que terminaban irremediablemente en el aro propio. Aislado Jasikevicius de sus compañeros y con malos porcentajes en los tiros externos, el equipo báltico no tenía brújula. Así, luego de tres recuperos consecutivos, Argentina llegó a tomar 24 puntos de diferencia a falta de dos minutos para el cierre del tercer cuarto. Desde el banco, Ginóbili gozaba con una actuación increíble de sus compañeros.
Por más que el mensaje que se daban los propios jugadores era de no bajar la intensidad, el final del tercer cuarto y el arranque del último mostró una desconcentración que los lituanos aprovecharon para bajar la diferencia. Jugando al medio foul y apoyados en las penetraciones de Kaukenas, los europeos, ahí sí mucho más metidos en el partido, llegaron a colocarse a once puntos y la pelota a falta de seis minutos, con Scola afuera con cinco faltas. Sin embargo, el goleo de Delfino y el tercer triple en el partido de Gutiérrez aplacaron la reacción. Prigioni volvió a controlar los tiempos como en la primera mitad para que el conjunto de Hernández llegara tranquilo al final. Tanto que se dio el lujo de mandar a la cancha a los suplentes que dieron una mano, mientras los titulares se abrazaban en el banco.
Ya era el momento de la emoción, de celebrar por un nuevo logro de este grupo de jugadores, que soportó un torneo durísimo y ratificó que sigue metido en la elite mundial. Desde 2002 se clasificó siempre entre los cuatro mejores en los grandes torneos, con el subcampeonato en el Mundial de Indianápolis, el título en Atenas y el cuarto puesto en el Mundial de Japón. Habrá que ver qué sucede en el futuro. Tal vez haya sido el último certamen para varios. Sin embargo, está claro que esta Generación Dorada se metió en la historia grande del deporte argentino.
87- ARGENTINA
Prigioni (6), Delfino (20), Nocioni (14), Oberto (9), Scola (16) (f.i.); L. Gutiérrez (11), Quinteros (11), R. González, J. Gutiérrez, Porta.
DT: Sergio Hernández.
75- LITUANIA
Jasikevicius (9) Kaukenas (14), Siskauskas (15), Lavrinovic (3), Javtokas (7) (f.i.); Jasaitis (5), Kleiza (5), Petravicius (3), Lukauskis (8), Maciulis (6).
DT: Ramunas Butautas.
Arbitros: Eddie Rush (Estados Unidos), José Carrión (Perú) y Fabio Facchini (Italia).
Estadio: Olympic Basketball Gymnasium, de Beijing.
Parciales: Argentina 24-21, 46-34, 68-49.
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