No alcanzan los adjetivos, seguramente, para calificar esta actuación de la Selección Argentina de básquetbol, que le dio una auténtica paliza a Lituania, uno de los candidatos, ganándole 102-79 en el debut y alejando las preocupaciones en las cuales el equipo llegó envuelto a Londres. La versatilidad de Emanuel Ginóbili, las penetraciones de Luis Scola y los seis triples de Carlos Delfino fueron claves en el aplastante triunfo. Scola, con 32 puntos, fue el máximo goleador del encuentro, mientras que Ginóbili fue el que consiguió más rebotes, con diez.

El quinteto estrella de Argentina logró aceitar sus combinaciones desde el inicio del partido y, en base a su conocido “pick androll”, encontró la herramienta para quebrar la resistencia lituana en la zona pintada. También dio una muestra de personalidad en los instantes iniciales del juego: ante su primer contacto con la pelota, Ginóbili recibió una lluvia de silbidos por parte de la mayoría del público. La respuesta fue un triple con una marca encima.

Mientras el conjunto de Lamas empezó a complicarse la vida a la hora de controlar a Linas Kleiza, las buenas noticias llegaban por parte de Scola, quien afinó sus sociedades con Ginóbili y Prigioni, y se transformó en una pesadilla para Valanciunas.

Luego de un primer parcial con un ajustado 24-23 a favor, el equipo argentino comenzó a abrirse paso en el marcador gracias al incremento de altura y de potencia en la zona pintada. Juan Gutiérrez y Hernán Jasen cumplieron con el trabajo sucio para que Ginóbili se luciera nada menos que como el jugador que cosechó más rebotes del partido a lo largo de la primera mitad.

Mientras Scola lastimaba con las penetraciones, Delfino se convertía en un peligro desde el perímetro, gracias a sus cuatro triples en los primeros 20 minutos de juego. De hecho, el jugador de los Milwaukee Bucks cerró la primera mitad al concluir una jugada de pizarrón impecable con un triple en el último segundo.

Durante el tercer cuarto, Argentina supo mantener la consistencia cerca de los dos aros y defendió con inteligencia la ventaja de dos dígitos en el resultado. Delfino se consolidaba como una pieza fundamental gracias a sus nuevos triples y los lituanos apelaban exclusivamente a algún arresto técnico de Kleiza que les pudiera acercar.

En el último cuarto, Argentina no hizo más que extender la diferencia. La actividad de Scola en ataque permaneció firme sin encontrar una respuesta lituana y Ginóbili tomó mayor protagonismo en el marcador. El equipo finalizó con tres jugadores con 20 o más puntos en su cuenta (Scola, Ginóbili y Delfino) y demostró estar a la altura de una nueva cita olímpica. La Generación Dorada tiene la palabra.

102- ARGENTINA

Prigioni (9), Ginóbili (21), Delfino (20), Nocioni (10), Scola (32) (FI); Jasen, J. Gutiérrez (6), Campazzo (1), L. Gutiérrez (3).

DT: Julio Lamas.

79- LITUANIA

Kalnietis (6), Pocius (5), Maciulis (7), Kleiza (20), Valanciunas (6) (FI); Jankunas (14), Jasikevicius (6), Songaila (11), Jasaitis, Kaukenas (4), Seibutis.

DT: Kestutis Kemzura.

Estadio: Basketball Arena.

Arbitros: Carl Jungebrand (Finlandia), José Carrión (Puerto Rico) y Vaughan Mayberry (Australia).

Parciales: 24-23, 51-39 y 78-61.