Por Patrice Burchkalter
Desde Barcelona

Cinco carreras y cinco victorias, realmente nada puede hacerse contra Michael Schumacher y Ferrari, que ganaron ayer el Gran Premio de España de Fórmula Uno, en el circuito de Catalunya, en Montmeló. Quinta victoria consecutiva, record igualado con el de Nigel Mansell (1992), la 75ª de su carrera. Aunque esta vez el piloto alemán tuvo que trabajar duro para terminar delante de su compañero de escudería, el brasileño Rubens Barrichello, y los dos Renault, del italiano Jarno Trulli y el español Fernando Alonso.
Durante ocho vueltas Trulli tuvo la ilusión de ser primero, tras una partida fabulosa. “Es cierto, mi salida fue fabulosa, aunque estuvo al borde de ser una partida adelantada. Es algo que se consigue una vez en la vida. Tuve suerte”, admitió el italiano. Trulli se había escapado entre el Williams-BMW del colombiano Juan Pablo Montoya y el Ferrari de Michael Schumacher. “Podría haberle cerrado la puerta pero eso no habría sido correcto”, declaró posteriormente el séxtuple campeón mundial.
Pero no fueron los Renault los que inquietaron al “Barón rojo”, sino su Ferrari, que producía un ruido extraño, que hizo temer un abandono. “Estoy realmente agotado”, reconoció Michael Schumacher. “Muy temprano tuve un problema en los escapes, luego de la primera entrada de reabastecimiento (en la décima vuelta). Ross (Brawn) me dijo por radio que nada se podía hacer. Tenía que seguir hasta el final. Para los nervios, fue terrible.”
Aun herida, una Ferrari pilotada por Schumacher es intocable. Ya sea con una estrategia de tres paradas, como el alemán, o de dos, para el brasileño, los monoplazas de la “Scudería” están por encima de los otros autos. Más atrás, se dio una lucha abierta entre Renault, BAR-Honda y Williams-BMW, en un grupo del que McLaren-Mercedes esta temporada dejó de formar parte. Tampoco están Toyota y Jaguar.
Luego de que el británico Jenson Button quedara mal ubicado tras una frustrante clasificación, las esperanzas de BAR-Honda se centraron en Takuma Sato. Tercero en la primera curva, el nipón fue quinto en la meta. En cuanto a los Williams-BMW, las ilusiones de Juan Pablo Montoya duraron poco. El colombiano fue perdiendo el contacto con la punta poco a poco, hasta que en la vuelta 47ª tuvo que abandonar, víctima de los frenos. Ralf Schumacher, por su lado, se conformó con una carrera anónima, recompensada por un sexto puesto, delante del italiano Giancarlo Fisichella (Sauber) y de Jenson Button.
Michael Schumacher quedó así perfilado hacia un sexto triunfo consecutivo, un posible nuevo record, dentro de dos semanas en las calles de Mónaco. “Lo digo una vez más, yo no voy detrás de las estadísticas”, aseguró el séxtuple campeón mundial. “Sin embargo, la próxima carrera es Montecarlo, un Gran Premio prestigioso, y por esa razón haré todo lo posible por ganar. Aunque, como todos saben, una carrera es imprevisible.” Aunque cada vez menos si se trata del “Barón rojo”.
Gran Premio de España, 66 vueltas, Montmeló, 4627 metros de extensión.
1. M. Schumacher Ferrari 1h27m32s841
2. Barrichello Ferrari a 13s290
3. Trulli Renault a 32s294
4. Alonso Renault a 32s952
5. Sato BAR-Honda a 42s327
6. R. Schumacher Williams-BMW a 1m13s804