Por Igor Gedilaghine
Desde Nürburgring

El español Fernando Alonso (Renault) ganó ayer en Nürburgring el Gran Premio de Europa, séptima prueba del Mundial de Fórmula Uno, en un emocionante final en que Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) se salió de la pista en la última vuelta cuando iba primero. Alonso superó al alemán Nick Heidfeld (Williams-BMW) –que había logrado la pole position en los entrenamientos y que nuevamente obtuvo la segunda posición, al igual que en Mónaco– y al brasileño Rubens Barrichello (Ferrari).
La carrera tuvo un emocionante final cuando el finlandés Kimi Raikkonen, en punta desde la primera vuelta, sufrió la rotura del triángulo de la suspensión delantera de su coche, en el último giro, debido a problemas con el neumático derecho. El auto del finlandés rodó, completamente descontrolado, y acabó fuera de la pista sin que, milagrosamente, se estrellase contra la máquina del inglés Jenson Button (BAR-Honda), al que en ese momento estaba a punto de superar.
De esta forma, Alonso, que había presionado a Raikkonen en las últimas vueltas, se hizo con el primer puesto, logrando así su cuarta victoria de la temporada y la quinta de toda su carrera. “Fuimos muy afortunados, pero al mismo tiempo también muy fuertes y capaces de presionarlo, como venimos haciendo desde el comienzo de la temporada”, señaló el piloto español al final de la carrera. Alonso reconoció que se hubiera contentado con un segundo puesto, “pero al final Kimi tuvo mala suerte, lo que me permitió ganar la carrera”. Asimismo, se mostró satisfecho con la prestación de su Renault, al que consideró “perfecto a partir de la vigésima vuelta”.
Por su parte, el finlandés estaba desolado. “Me siento verdaderamente frustrado al haber tenido que abandonar. Mi coche había estado equilibrado hasta que la rueda delantera empezó a tener unas terribles vibraciones”, explicó Raikkonen, quien señaló que “ahora hay que mirar hacia el futuro y trabajar para obtener un buen resultado en el Gran Premio de Canadá”, el próximo 12 de junio. Los hombres de Ferrari, por su parte, también se mostraron satisfechos por el resultado, el mejor del año, con Barrichello en el podio, en tercer lugar, y el campeón del mundo, el alemán Michael Schumacher, en la quinta posición.
Tras su triunfo en el circuito alemán, Alonso mantiene el liderazgo de la clasificación del Mundial por pilotos –donde ya cuenta con 49 puntos– y se distancia así de sus dos directos rivales, Raikkonen –con 27 unidades– y el italiano Jarno Trulli (Toyota), con 26.