Lunes, 20 de febrero de 2006 | Hoy
AUTOMOVILISMO Y MOTORES › TC EN COMODORO RIVADAVIA
Cuando el Chevrolet de Guillermo Ortelli se venía encima de su Ford puntero, salió el pace-car y le permitió lograr el triunfo.
No era boxeo, pero al Gurí Martínez lo salvó la campana. ¿Cómo? Sucedió en Comodoro Rivadavia, en la fase final de la primera carrera del Campeonato 2006 de Turismo Carretera. Guillermo Ortelli le hizo creer a la multitud que su victoria era inexorable: llegó a descontarle más de un segundo al líder Martínez, en la vuelta 18, para ponerse a la cola del Ford puntero cuando faltaban seis vueltas, y la sensación generalizada era la de que el Chevrolet era imparable. Pero justo en ese momento Fabián Acuña y Julio Catalán Magni se tocaron en el ingreso a la recta principal, ambos coches quedaron desparramados y fue necesario sacar a la pista el pace-car, neutralizando la competencia...
Allí respiró Martínez. Esa molesta vibración que había sentido en esas vueltas se curó, acaso con la baja de temperatura que acusaron sus gomas, y pudo resistir el embate de Ortelli en las cinco vueltas finales. “Me salvó el pace-car”, admitió el entrerriano, que había terminado el 2005 con una victoria y abrió el 2006 con otra, pese a haber cambiado de preparador en el receso. La vibración desapareció en las vueltas finales.
“Yo corrí a fondo toda la carrera, como si estuviera clasificando –señaló Ortelli, evidentemente perjudicado por la incidencia–. Pero estoy contento con el rendimiento de mi auto. ¿Si a mí me perjudicaron las cubiertas? No, yo creo que la ida de cola que sufrieron muchos tiene que ver con las trompas nuevas que crean mucha más carga aerodinámica adelante...”
Más allá de la sonrisa que el destino le reservó a Martínez, es preciso señalar que el campeón del 2004 había hecho una excelente carrera hasta la mitad del recorrido. Después de haber picado detrás del marplatense Lionel Ugalde (que había ganado la serie más rápida), lo presionó de manera tal que obligó al por entonces líder a preocuparse por sostener maniobras defensivas, sin ir todo lo rápido que podía, a la vez que desgastaba prematuramente sus neumáticos, en una pista en la que la arena suelta y las piedras son moneda corriente sobre el asfalto.
Acaso también se resintieron los frenos, lo cierto es que, antes de la vuelta 10, Martínez ya estaba adelante, y habría hipotecado la victoria si Ugalde hubiera resistido más el avance de Ortelli, que no había sido tan enérgico hasta allí para capturar la posición del marplatense. Pero éste pronto se retrasó al seguir de largo en la curva posterior a la recta más larga del circuito, y le dejó el camino abierto a la definición que le aguó el pace-car.
No sorprendió Norberto Fontana en el tercer lugar, pese a que el motor Cherokee perdió medio punto de compresión y, según sus usuarios, de 4 a 5 HP. Pese a eso, Fontana acusó también el defecto de la ida de cola que le impidió acercarse más a la punta. Decepcionaron de alguna manera los Ford del Lincoln Sport Group, grandes dominadores del 2005, que nunca pudieron mezclarse con la punta: el mejor de los tres fue el subcampeón Rafael Verna, que terminó sexto, un puesto por delante del campeón Juan Manuel Silva.
Piloto | Auto | Tiempos |
1º Martínez | Ford | 40m13s075 |
2º Ortelli | Chevrolet | a 1s473 |
3º Fontana | Dodge | a 2s569 |
4º Rossi | Chevrolet | a 3s052 |
5º P. Di Palma | Torino | a 4s488 |
6º Verna | Ford | a 4s635 |
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