Audi logró su cuarta victoria consecutiva y la séptima en las últimas ocho ediciones de las 24 Horas de Le Mans, el clásico francés de larga duración. El coche ganador, un R10 Tdi equipado con motor diesel, fue conducido por los alemanes Frank Biela y Marco Werner y el italiano Emanuele Pirro a lo largo de 369 vueltas,

La victoria no fue fácil puesto que la marca alemana sufrió por primera vez en su historia en Le Mans el abandono de dos coches, que se despistaron. Uno de ellos, el conducido por el italiano Rinaldo Capello, quedó fuera de carrera tras 16 horas en la punta, impidiéndole al danés Tom Kristensen conquistar su octava victoria en Le Mans.

Como el sábado en la largada, la lluvia hizo reinar la incertidumbre al final de la carrera. El coche de seguridad tuvo que salir cuando faltaban 50 minutos para llegada y los pilotos sólo pudieron correr los 10 últimos minutos, a velocidad reducida, en una pista completamente mojada.

El Peugeot 908 número 8 de los franceses Sebastien Bourdais y Stephane Sarrazin y el portugués Pedro Lamy, que había partido en primera posición, llegó segundo, pero a más de 130 kilómetros detrás del vencedor.