Fue adorado, cayó en el olvido porque el éxito no llegaba y ahora es vitoreado como triunfal campeón del mundo de Fórmula 1: tras una trayectoria de subidas y bajadas, el británico Jenson Button hizo realidad en su décimo intento, en un Grand Prix –el de Brasil– que ganó el australiano Mark Webber, una carrera antes del final del torneo.

El piloto de predilección por las mujeres de belleza espectacular no tenía trabajo hasta poco antes del inicio de la temporada, pero en el GP de Brasil, el número 169º de su carrera, se coronó como campeón sucediendo a su compatriota Lewis Hamilton.

“De chico ya era fanático de la Fórmula 1. Estar aquí es un honor y una gran fortuna”, dijo entusiasmado el piloto de Brawn GP tras terminar en quinta posición en Interlagos. Gracias a una grandiosa primera parte de la temporada con seis triunfos en siete carreras, Button ató con antelación el gran triunfo de su cambiante trayectoria en la Fórmula 1.

Su mala segunda parte de la campaña –su último triunfo fue a principios de junio en Turquía– resta brillo a un título por el que no peleó con los “grandes” de la grilla, Ferrari y McLaren-Mercedes.

Pero Button valora sus reservas tácticas. “Eso es lo que hace un campeón. Se trata de jugar con todas las diferentes posibilidades: ganar carreras cuando uno tiene que hacerlo y sacar lo mejor en cada situación. Exactamente eso es lo que he hecho”, rechazó Button las críticas por su segunda parte del campeonato.

Aunque fue tercero en el campeonato del mundo de 2004 con BAR-Honda, Button no pudo cumplir con las expectativas. Sus años en Williams-BMW, Benetton, Renault, BAR y Honda fueron años perdidos. Tras debutar en la Fórmula 1 en 2000 con Williams, la presencia en los titulares no fue fruto de sus resultados al volante. Hasta el inicio de la temporada 2009, Button sólo contaba un único triunfo en F-1, en el Grand Prix de Hungría de 2006.

A falta de éxitos en el asfalto, su estilo de vida glamoroso atraía la atención. Cuando apenas era un novato en la Fórmula 1, amarró su yate “Little Missy” en el puerto de Montecarlo, donde aún reside y donde se ha hecho un nombre como ídolo femenino.

“Spice Boy”, lo bautizaron los medios británicos, que lo comparaban con David Beckham. Luego, los calificativos dejaron de ser tan amables y se le comenzó a recordar su papel de eterna esperanza, de campeón sin victorias.

Tras la salida de Honda de la Fórmula 1 en diciembre de 2008, la caída de Button parecía haber tocado fondo. “Fue un momento oscuro”, admite el piloto de 29 años.

En marzo, poco antes del inicio de temporada en Australia, Ross Brawn, jefe del equipo, se hizo cargo de la escudería. Button iba a seguir una temporada más, aceptó rebajarse su sueldo de 13 a 8 millones de dólares y, como demostró en los últimos tests de pretemporada, no iba a ser un año cualquiera. Brawn había preparado durante 2008 un coche para ganar en 2009. “Es el piloto perfecto”, lo elogió Brawn, que trabajó muchos años en Ferrari con Michael Schumacher.

Finalmente, Button dispuso del coche que necesitaba para suceder a Lewis Hamilton como campeón y para ser el décimo británico en ponerse la corona. Todo el año se concentró en ello. “Mi novia me dice que me convertí en un aburrido”, bromea Button, cuyo cuerpo de atleta de alto nivel fortalece con el triatlón. Su novia es la modelo de ropa interior Jessica Michibata, que se deja ver en el “motorhome” de Brawn GP junto con el padre del piloto, que ha celebrado los triunfos de su hijo más que el propio Button.

La carrera

F-1. 16ª fecha, GP de Brasil.

Interlagos, 71 vueltas, 305,909 km.

Promedio del ganador: 198,675 km/h.

Record de vuelta: Webber, en la 25ª, 1m13s733 a 210,386 km/h.

Campeonato: Button, 89 puntos (campeón); Vettel, 74; Barrichello, 72; Webber, 61,5; Hamilton, 49; Raikkonen, 48.

Constructores: Brawn-Mercedes, 161 puntos (campeón); Red Bull-Renault, 135,5; McLaren-Mercedes, 71; Ferrari, 70; Toyota, 54,5; Williams-Toyota, 34,5.

Próxima carrera: 1º de noviembre en Abu Dhabi.