Es su primer título desde 1995, cuando todavía alentaba sueños de Fórmula 1, y es el décimo campeón en diez temporadas consecutivas del Turismo Competición 2000. Nadie más merecedor del título 2002 de la categoría que Norberto Edgardo Fontana, el arrecifeño que después de pasear sin fortuna por Europa, Japón y los Estados Unidos, recaló (¿definitivamente?) en el automovilismo argentino en la temporada pasada, y en menos de dos años, con un séptimo puesto en el Premio Coronación disputado en Mar del Plata, y que ganó Gabriel Furlan, consiguió su primer logro.
“Este título tiene un significado muy grande para mí, por el esfuerzo que hizo toda la gente del equipo y porque es el primer logro que consigo en la Argentina. Esta es una alegría muy grande”, sentenció Fontana. El ex Fórmula 1 no necesitó ganar ni siquiera esforzarse mucho para llevarse el título. El verdadero peligro fue el desgaste de los neumáticos y las consecuencias que eso acarreaba para el ritmo de su auto.
Poco fue lo que pudieron hacer Omar Martínez (9º) y Juan Manuel Silva (10º) para complicarle la vida, y entonces el séptimo puesto final resultó suficiente para que se quedara con el título.
“Hice una carrera en la que estuve concentrado todo el tiempo, fui tomando conciencia de la diferencia que tenía y me cuidé. Sin embargo, en algún momento pensé que se me escapaba porque el auto comenzó a irse de trompa. Por eso preferí no arriesgar”, agregó el nuevo campeón del TC 2000.
Para Fontana, éste significó el primer título a nivel nacional, ya que hasta aquí sólo había conseguido campeonatos en categorías promocionales (karting), o a nivel europeo (Fórmula Ford Suiza y Fórmula 3 Alemana). Desde su debut en el TC 2000 (Rafaela ‘2001), el arrecifeño corrió 26 pruebas. Consiguió 4 triunfos en series clasificatorias, 4 victorias en finales y 1 pole.
Tras la consagración, Fontana se abocará a la renovación de su contrato con el equipo Toyota Team Argentina, aunque no descarta la posibilidad de volver a incursionar en el automovilismo internacional. “Vamos a hablar con la gente de Toyota por el contrato del año que viene. Si fuera por la cercanía con los afectos, por la comodidad me gustaría seguir corriendo en la Argentina, pero tampoco puedo descartar la idea de correr afuera si se presenta una buena oportunidad”, puntualizó.
Además de contar con un buen auto, el título de Fontana se sustentó en la regularidad del trabajo que realizó a lo largo del año. El arrecifeño fue el piloto con más triunfos (4) y el que más veces se subió al podio: seis veces en las 14 carreras del campeonato.
A los 27 años, Fontana canceló, y con autoridad, una deuda pendiente: conseguir un título importante en la Argentina.