Si en la previa ya se había notado el gran movimiento que provocaba la presencia en boxes de los ex futbolistas de Boca Martín Palermo y Roberto Abbondanzieri, devenidos en pilotos con carnet habilitante provisorio de la Top Race Series, la jornada de ayer en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires colmó por completo las expectativas de miles de fanáticos, que pudieron unir sus pasiones viendo correr a sus ídolos, quienes terminaron la carrera felices por la experiencia vivida, ya que ambos son amantes declarados de la velocidad y los fierros, y satisfechos por haber podido ver la bandera a cuadros del final. El goleador histórico de Boca, que hizo un trompo pero se pudo recuperar, llegó en la 18ª posición, mientras que el arquero, más rápido e intrépido al volante, arribó 15º.

Bien temprano en el autódromo, cuando todavía no se podía saber si las pesadas gotas de agua que habían caído iban a convertirse en una lluvia persistente, la zona de boxes vivía su propio microclima. Cientos de fanáticos desfilaban y se sacaban fotos frente a los autos 9 y 12, los mismos números que los ex futbolistas boquenses llevaron en sus camisetas. Pero no sólo afuera de los boxes había movimiento, adentro desfilaban ex compañeros de equipo como Diego Cagna, el vicepresidente de Boca José Beraldi, ex pilotos de Turismo Carretera, representantes, familiares y amigos de los futbolistas, empresarios y un buen número de personal de seguridad y efectivos de la Policía Federal custodiando la zona, algo nada común en el mundo del automovilismo. En una de las tribunas, la barra brava de Boca brindaba su aliento futbolero, con despliegue de banderas y todo su folklore. Entre ellos se encontraba el ex jefe de la barra Rafael Di Zeo, quien desde hace unos meses recuperó la libertad tras haber sido condenado y encarcelado por asociación ilícita.

Pero no era un día más: Palermo y Abbondanzieri iban a darse un gusto, a correr una carrera entre profesionales y, a decir verdad, no decepcionaron. La apuesta del presidente y dueño del Top Race, Alejandro Urtubey, fue exitosa. Cada uno de los autos del equipo del piloto Gustavo Tadei recolectó publicitariamente unos 250 mil pesos, de los cuales 100 mil fueron para la categoría y 150 mil para cada uno de los pilotos. La inversión rindió sus frutos y pareció no ser alta con relación al altísimo interés que se generó alrededor de la denominada “Carrera del año”, que también tuvo su pico de emoción en la definición de la categoría principal, el Top Race V6 (ver aparte), entre el Gurí Martínez y el vencedor Guido Falaschi, y que contó con todo el color y la adrenalina de los camiones de la popular categoría brasileña Fórmula Truck.

Entre los futbolistas, el arquero es sin dudas mejor piloto y, como habitual corredor de karting en el circuito El Trébol, en Santa Fe, es a las claras más arriesgado que su ex compañero de equipo. Pero antes de lanzarse a esta aventura hubo un gran apoyo técnico de pilotos experimentados como Canapino y Marcos Di Palma, quienes ayudaron en los entrenamientos. Además, durante la carrera, recibieron el apoyo por radio del experimentado Roberto Del Bo, para el arquero, y de Guillermo Ortelli para el goleador.

La largada era algo que preocupaba a los ex futbolistas; a Palermo también le preocupaba –y mucho– el agua (ver aparte), pero por suerte para él la amenaza de lluvia se disipó. Y, para tranquilidad de los ex Boca, la largada se hizo en fila india, lo que disminuyó el riesgo de la partida. También es para destacar el cuidado recíproco entre los ex futbolistas y los pilotos profesionales. También ayudó un poco los dos ingresos del auto de seguridad, lo que les permitió achicar la diferencia de tiempo con los líderes de la competencia.

Con Salaverría liderando la carrera, seguido de cerca por Di Palma, sorprendía que Abbondanzieri y Palermo no se metieran en problemas ni complicaran a los demás pilotos. Es más: uno de los momentos más emocionantes de la carrera llegó en la décima vuelta, cuando Palermo atacó y superó a Diego Menéndez y a Carlos de los Santos. Después el ex Boca iba a perder posiciones y a hacer un trompo, del cual consiguió recuperarse gracias al segundo ingreso del auto de seguridad para poder cumplir el objetivo que se había trazado de ver la bandera a cuadros. Abbondanzieri quedó a 11s315 del vencedor, Gerardo Salaverría (que ganó a 126,886 km/h), mientras que Palermo quedó a 15s657.