Esta vez, Matías Rossi parecía más que decidido a ganar. Aunque asegura que siempre sale a conquistar la victoria, nunca se le vio tanta voluntad en lo que va de 2012 como en Río Cuarto. Después de la pole-position, durante la serie le sacó en promedio un segundo y medio a su perseguidor, el veterano Omar Martínez. Es que en el meridiano de la fase regular del campeonato de Turismo Carretera, los kilos de lastre que proporciona una victoria preocupan menos que a comienzos de torneo. En eso andaba Rossi cuando el motor de su Chevrolet explotó casi sin aviso. “Fue una rotura, no sé qué pasó. Venía todo bien, con un buen ritmo y cuidando el auto, pero tuvimos un problema, no sé qué fue.” Iban diez de las 25 vueltas.

Así, de golpe, heredó la punta Juan Bautista De Benedictis, que no ganaba una carrera desde la de Potrero de los Funes en 2009, con un motor que le prepara su padre Johnny, uno de los ídolos del TC de la década del ’80. ¿Qué hacía el de Necochea allí? Fue más que un golpe de suerte: en la partida de la tercera serie, con el piso más caliente y la bendición de una aceleración más marcada en ese motor Ford preparado por Johnny en Necochea, el joven piloto le sacó en poco terreno un auto de ventaja al experimentado Guillermo Ortelli, le ganó la serie en esa maniobra y partió en primera fila en la final.

Y cuando Rossi quedó fuera de combate, a De Benedictis lo perseguía nada menos que Ortelli... Fueron 15 vueltas en las que el esquema de la serie se repitió. El de Salto lo apretó con su Chevrolet, pero el sinuoso que compone gran parte del circuito de Río Cuarto no le dio alternativa: el Ford salía acelerando mucho mejor a la larga recta principal, de más de un kilómetro de largo, y sacaba allí una ventaja tranquilizadora; luego, resistía en el sinuoso.

Tanto se repitió el esquema que Martínez, que venía tercero, se pegó al duelo, y el cordobés José María López, que avanzaba desde atrás (y que al quedarse Rossi estaba a cinco segundos de la vanguardia), terminó plegándose a la pelea. Pero De Benedictis comandó el pelotón sin que se le disparara un solo error.

“Este triunfo llega en un momento especial porque corta una mala racha. Fue una carrera muy exigente, me obligó a ir concentrado en todo momento, pero tuve suerte de tener un gran motor, la maniobra de la serie fue clave para la victoria”, repasó luego el vencedor.

“Esto sirve mucho para sumar y seguir intentando estar dentro de la Copa de Oro”, sostuvo Ortelli. “Fue una linda carrera. Johnnito aguantó todo lo que le pude tirar. Había lugares donde yo iba mejor y otros donde él se defendía, y así se hizo una linda carrera.” Martínez explicitó sus limitaciones. “Ir a buscar a Ortelli no podía porque él iba muy bien. De todas formas, es un resultado bárbaro”, subrayó. “Y subir al podio con Ortelli y Martínez fue un condimento extra.”

La victoria le habría dado a Rossi la punta del torneo. Quedó segundo detrás de Néstor Girolami, que sigue al frente luego de un fin de semana sin lustre, en el que apenas logró terminar en el 19º lugar.

Con posterioridad a la carrera, se informó que la clasificación general se mantendrá en suspenso por Técnica hasta el miércoles debido al retiro de los múltiples de admisión Cherokee de los Torino y Dodge participantes.

La Carrera

TC. 6ª fecha,
Río Cuarto,
25 vueltas

Promedio del ganador: 161,061 km/h.
Record de vuelta: López, en la 4ª, 1m27s092, a 167,285 km/h.
Ganadores de series: Rossi (Chevrolet); Ponte (Torino); De Benedictis.
Campeonato: Girolami, 90,50 puntos; Rossi, 83,50; Castellano, 63,50; Ortelli, 62,50; Ponce de León, 59,50; Giallombardo, 57,50; Altuna, 50.
Próxima competencia: 24 de junio en Posadas.