En una competencia que debió ser neutralizada en tres oportunidades con el ingreso del pace-car, Omar Martínez se impuso en la quinta fecha del año del torneo de Turismo Carretera que se disputó en el autódromo de San Luis. El podio fue completado por Ernesto Bessone (Dodge) y Walter Hernández (Ford), y varios de los habituales principales protagonistas no pudieron participar en la final, entre ellos el puntero de campeonato, Christian Ledesma, y Marcos Di Palma, ambos involucrados en la polémica: Di Palma chocó de atrás a Ledesma en la serie, y aunque había terminado segundo en la pista, al confirmarse la infracción se le retiraron los tiempos por lo que clasificó en el último lugar, mientras Ledesma, por su parte, quedaba afuera por el despiste. Por lo que los dos debieron participar del repechaje sin suerte para ambos, ya que no pudieron acceder a los cuatro primeros puestos que los hubieran habilitado para la final. Debido a esto y las pocas posibilidades de sobrepaso, la única alternativa cambiante se dio en el giro 15 cuando Pacho realizó un trompo, perdiendo su cuarta posición y relegándose. A partir de entonces, y hasta el banderazo final al cumplirse el tiempo estipulado, es decir 50 minutos, las posiciones se mantuvieron prácticamente inalteradas hasta el final. Juan María Traverso (Chevrolet) se clasificó en el décimo primer puesto, y el campeón Guillermo Ortelli (Chevrolet), que fue chocado en su serie y largó desde las últimas filas la final, arribó en el 24º lugar. Si bien en general se consideró que el autódromo tal como está no es apto para el TC, tanto los pilotos como los dirigentes consideraron positiva su incursión por el trazado puntano teniendo en cuenta la masiva concurrencia del público, estimado en más de 25 mil personas.