Desde Termas de Río Hondo

“¡Marc, ordena tu cuarto!” La orden de Julia se oye a menudo en la casa del pueblito de Cervera, cerca de Lérida, a una hora de Barcelona, y no hay título mundial que valga para protestar. A los 21 años, Marc Márquez continúa habitando la morada familiar junto a sus padres y a su hermano Alex, otro enloquecido del motociclismo. Fue su padre Roser, un fanático del motocross, el que introdujo al futuro campeón en el mundo de las dos ruedas.

Marc, que utiliza el número 93 porque nació en 1993, pidió su primera moto a los dos años: a los cuatro estaba corriendo. Su manager es Emilio Alzamora, que en 1999 ganó el GP de Argentina de 125 cm3. A los 8 años ya era campeón de Catalunya de enduro y a los 15 debutó en el Mundial en 125 cm3: dos semanas más tarde subía al podio en Inglaterra, con 15 años y 126 días. Así comenzaron a llover los títulos mundiales: el de 125 cm3 en 2010, el de Moto 2 en 2012, el de Moto GP en 2013, el año de su debut.

Con esta victoria en el Grand Prix de la República Argentina, Marc mantiene su invicto: tres corridas, tres ganadas. Impensado dos meses atrás, cuando se fracturó el peroné izquierdo entrenándose en piso de tierra. La defensa del título no podría marchar mejor. “Físicamente ya estoy muy bien. Me siento muy libre arriba de la moto, y este año corro diferente, más calmado, puedo plantear las carreras. Para mi estilo era clave cuidar las cubiertas”, explicó el vencedor.

Campeón mundial de 500 cm3 hace quince años, otro catalán, Alex Crivillé, analiza este fenómeno para Líbero: “Es un fenómeno de cualidades innatas, que empezó a imponer ya en Moto 2 un estilo distinto de conducción –señala–. Saca mucho el cuerpo sobre la moto, toca el suelo con los codos, hace derrapar el tren delantero buscando sacar la moto lo más rápido posible de las curvas. El resto de sus rivales recién está intentando hacer lo mismo. Se nota a simple vista que sus trazados de curva son más económicos, y que pasa menos tiempo sobre el freno respecto de sus rivales”.

“También es cierto que conduce la mejor moto y está en el mejor equipo, que no es imbatible, pero sí difícil de batir”, agrega Crivillé con relación al HRC, el equipo oficial Honda, que hizo el 1-2 con Márquez y Dani Pedrosa. “Marc todavía está en crecimiento, no llegó a su tope. Con tanto dominio, me temo que el Mundial se torne aburrido”, cierra el ex piloto, ahora comentarista televisivo y representante de la firma AMV vinculada con la moto.

Los fanáticos argentinos desearon hasta la última vuelta que fuera su ídolo, Valentino Rossi, y no su compañero Jorge Lorenzo, quien ocupara el último escalón del podio. El italiano acabó cuarto, a menos de dos segundos de su coequiper, que lideró las primeras 17 vueltas (“no esperaba estar tanto tiempo adelante”) hasta que Márquez decidió ponerle punto final a la carrera de Moto GP. Rossi fue vitoreado por el público: según la organización, ayer hubo 52.749 espectadores, y 125.961 en todo el fin de semana.

Alex, el hermano menor de Marc, con poco más de 18 años cumplidos, anduvo en el pelotón de punta de la Moto 3, que fue la carrera más atractiva del domingo, con constantes cambios en la vanguardia y un final polémico, en el que el australiano Jack Miller perdió el invicto de 2014 cuando el italiano Romano Fenati le tiró encima su moto, una KTM del equipo de Valentino Rossi, para quedarse con el triunfo; Márquez fue su escolta. Con la victoria en Moto GP, su hermano Marc cerró un domingo sensacional para la familia. Nada de grupo: son buenos de verdad.

La carrera

Mundial de motociclismo,
3ª fecha, Argentina.
Moto GP, 25 vueltas

Promedio del ganador:
Moto 2, 23 vueltas
1º Rabat Kalex 40m06s114
Promedio: 165,300 km/h
Moto 3, 21 vueltas
1º Fenati KTM 38m34s451
Promedio: 156,900 km/h

Próxima carrera: 4 de mayo en Jerez (España).