”Es un sueño esto que estoy viviendo. Trato de dejarlos un poco afuera pero los nervios se sienten. Quiero que salga todo bien. Dios me está ayudando muchísimo y las cosas están saliendo perfectas todos los fines de semana, perfectas.” El cordobés José María López quedó a un paso de consagrarse campeón mundial de autos de Turismo (WTCC), lo que podría suceder en dos semanas en Japón. El piloto de Citroën ganó ayer la primera carrera disputada en Shanghai, fue tercero en la segunda y amplió a 93 puntos su ventaja en el torneo cuando sólo quedan 110 en juego. Con su triunfo, Citroën ganó anticipadamente el título mundial de constructores en su primera temporada en la categoría.

“Lo que conseguí, el triunfo y el podio, es mucho más que lo que me había propuesto como objetivo. Estuvo todo conmigo, el rendimiento, el trabajo, el auto, todo junto.” El cordobés partió desde la pole position y lideró el 1-2-3-4 del equipo francés en la primera prueba, delante de sus compañero Ma Qin Hua, Yvan Muller y Sebastian Loeb, asegurando el título de constructores.

En la segunda prueba avanzó desde la novena posición de largada hasta el tercer puesto final, para ser el mejor piloto de la marca, en una competencia ganada por el marroquí Mehdi Bennani (Honda). Lo favoreció el abandono del campeón Muller, su principal rival en el torneo, que fue insólitamente chicado por su compañero Loeb, quien terminó recargado (había sido cuarto, cayó al 12º lugar). De esa manera, sólo López (384 puntos) y Muller (291) pueden aspirar al título, ya que Loeb (251) ya no puede alcanzar al cordobés, el máximo triunfador del año, con ocho victorias en diecinueve carreras disputadas. “Ganar la primera carrera siempre supone un sabor especial, porque supone un ejercicio de performance. En la segunda, una vez que Yvan abandonó, me dediqué a pensar en los puntos”, repasó el cordobés, que el próximo 26 de octubre puede transformarse en campeón mundial.