TENIS › GAUDIO PERDIO LA FINAL DE BARCELONA ANTE ROBREDO
El Gato se quedó con las ganas
Gastón Gaudio no pudo cerrar de la mejor manera la gran semana que vivió en Barcelona, ya que el español Tommy Robredo lo derrotó 6-3, 4-6, 6-2, 3–6, 6-3 en la final del torneo Conde de Godó, en un encuentro que se extendió por 3 horas y 47 minutos, y que tuvo un cierre lleno de incertidumbre. Robredo sacaba 5-3 y 15-40, pero se acalambró y no podía caminar. Por eso recibió atención médica y en esas condiciones volvió a la cancha a terminar el encuentro. Allí, Gaudio se apuró. Eligió arriesgar en vez de poner en juego la pelota y esperar la reacción del físico del español. Así no aprovechó las dos oportunidades que tuvo para quebrar y el título se le esfumó. Sin embargo, dejó en claro que con este tipo de actuaciones volverá a meterse entre los mejores, porque talento no le falta.
“Llegar a una final siempre es bueno y supone tratar de volver al nivel de hace dos años”, señaló Gaudio tras la derrota. Una muestra clara de que, a pesar de la caída ante Robredo, el balance de la semana es muy favorable para el tenista de Adrogué, ya que significa el retorno a los primeros planos tras casi dos años olvidables. Desde el torneo de Gstaad, en junio del 2002, que Gaudio no accedía a la definición de un ATP. En esa misma temporada había logrado sus únicos dos títulos, el primero en Barcelona y una semana más tarde en Mallorca. “A uno siempre le gusta ganar, pero no pudo ser”, se consoló el argentino.
El encuentro fue, por momentos, muy bien jugado. Con puntos de altísimo nivel. Con dos jugadores que mostraron una gran condición física y que devolvieron el valor de la entrada con un partido fenomenal. En el primer parcial, Robredo se mostró altamente efectivo a la hora de jugar a las líneas, tirando para atrás a un Gaudio que pocas veces pudo o intentó tomar la iniciativa. El español aprovechó en ese primer capítulo la única chance que tuvo para quebrar y Gaudio desperdició las tres que tuvo. Allí estuvo la diferencia de momentos de uno y otro.
En el segundo, Gaudio se paró más adelante en la cancha y desde ese sector consiguió dominar las acciones. Cuatro games consecutivos le permitieron llevarse el parcial. Sin embargo, una desconcentración por protestar fallos le costó el tercer set, ya que Robredo supo aprovechar ese momento para quebrarle el servicio. Además, consciente de que la ventaja era casi indescontable, el argentino regaló el último juego con la intención de concentrarse en el cuarto set. Allí desplegó su mejor tenis. Jugó con gran precisión en la red con voleas ganadoras, sacó mucho mejor que en el capítulo anterior y, entre el quinto y el octavo game, entregó un concierto de reveses cruzados y paralelos para llegar al definitivo 6-3.
Así llegaron al set decisivo, con Robredo con problemas físicos, pero alentado por la gente y con Gaudio sin saber aprovechar las oportunidades que se le presentaban. Hasta que llegó el 5-3, los calambres de Robredo y la chance dilapidada por Gaudio. “Tuve mis oportunidades, pero no las pude aprovechar. No pude quebrar cuando llamó al trainer y me fui del partido”, señaló el argentino, que se mostró con un poco de bronca con la actitud de su rival. “Esto molesta un poco, creo que no fue decisivo, pero me distraje y, no sé, deja dudas”, indicó Gaudio, que igualmente consideró que la victoria del español fue justa.