Paola Suárez tiene ahora sobre sus hombros la responsabilidad de ser la única representante latinoamericana que queda con vida en Wimbledon, tras la eliminación del chileno Fernando González. Suárez, semifinalista en Roland Garros hace cuatro semanas, mantuvo el nivel de su juego para vencer a la luxemburguesa Anne Kremer 6-1, 4-6 y 6-0. Sólo una desconcentración en el segundo set, cuando vencía 3-1, impidió que la oriunda de Pergamino salvase su compromiso sin apuros, pero no obstante eso le servirá de aviso para su próximo duelo contra la italiana Rita Grande, que se impuso a la francesa Virginie Razzano 6-4, 4-6, 6-3. De momento, Suárez ya ha igualado su mejor marca en Wimbledon conseguida el pasado año. En el 2003, otra italiana, Silvia Farina, se encargó de eliminarla, pero este año confía en que su suerte sea diferente. Además tiene puesto su objetivo en el título de dobles, el único que le falta en el Grand Slam, junto con la española Virginia Ruano. La jornada de ayer, histórica por ser la tercera vez que se jugaba en el domingo de en medio, posibilitó que muchos aficionados que apenas tenían opciones de ver tenis este año acudiesen al club para presenciar la victoria del estadounidense Andy Roddick sobre su compatriota Taylor Dent, al igual que el británico Tim Henman contra el marroquí Hicham Arazi. También se hizo un hueco el suizo Roger Federer, defensor del título, al apartar de su camino al sueco Thomas Johansson.