Por Marcelo Androetto
Desde Houston

Exactamente un tercio. La foto oficial previa al comienzo de la Copa Masters graficó el excepcional momento por el que pasa el tenis argentino: tres de los nueve jugadores presentes en Houston son originarios de la Argentina.
Guillermo Coria y Gastón Gaudio inscribieron sus nombres dentro del listado de los ocho “elegidos” que desde hoy lucharán por convertirse en “maestro” en la temporada que termina. Y Guillermo Cañas es el primer suplente y saltará a la pista sintética del Westside Tennis Club en caso de que alguno de sus colegas se lesione.
Los tres argentinos posaron ante los fotógrafos junto a otros seis “monstruos”: el suizo Roger Federer, el estadounidense Andy Roddick, el australiano Lleyton Hewitt, el ruso Marat Safin, el español Carlos Moyá y el inglés Tim Henman. Todos vestidos de saco y corbata, con el único “toque” rebelde de Roddick, que lució zapatillas de colores negro y blanco en lugar de zapatos.
Minutos después, ya en el court central y ante un cielo amenazante de lluvia y un frío que tomó de improviso a los pocos espectadores presentes, fueron presentados uno a uno los nueve singlistas, con la bandera argentina como única representante latinoamericana.
Coria, que llega al Masters con lo justo, tras tres meses y medio de inactividad y una operación en su hombro derecho de por medio, dijo que la presencia de tres argentinos en este certamen “es un premio a la voluntad, y a las ganas” de los tenistas de un país “que no es rico” económicamente. “Eso lo hace más meritorio aún.”
El santafesino, sexto en el ranking de la ATP y quien debutará el martes ante el ruso Marat Safin, fue uno de los más vitoreados por los fans que saludaron el ingreso de los tenistas al court central.
En cambio Gaudio, que está en Houston gracias a su título en Roland Garros y que hace su debut absoluto en un Masters, fue el que pasó más inadvertido para la gente, junto con Cañas.
“Quizás es el mejor momento en la historia del tenis argentino. A veces el periodismo parece insaciable, nos critican inmerecidamente. Cuando jugamos una final y perdemos, no destacan: ‘Llegó a la final’ sino que dicen: ‘Perdió una final’”, afirmó Gaudio, en respuesta a algunas críticas por su bajo rendimiento después del Abierto parisino.
“Todos los que estamos acá nos ganamos el derecho por mérito propio”, agregó Gaudio, quien hará su presentación en el torneo hoy, a las 17, nada menos que ante Federer, número uno del mundo y ganador de diez títulos esta temporada, que ayer lució menos locuaz que de costumbre.
El año pasado, también en Houston, fueron dos los argentinos presentes en el grupo de ocho mejores tenistas de la temporada: Coria y David Nalbandian. Hacía 21 años –desde Nueva York 1982, con Guillermo Vilas y José Luis Clerc– que la Argentina no ponía dos representantes en un Masters.
Ahora son tres, aunque Cañas estará sentado en el banco. “Es un regalo para mí estar aquí –asegura–. Empecé el año en el lugar 270º del ranking y ahora estoy undécimo. Y para el tenis argentino es algo histórico, con dos jugadores en el torneo, otro (Nalbandian) que se quedó a un paso, y yo como suplente. No me importa si juego o no, quiero disfrutar el estar aquí”, señaló recién llegado de Buenos Aires.
Con todo, y a pesar de su “predominio” numérico, no parece sencillo que los argentinos –con un Coria que pretende no arriesgar su físico y un Gaudio que no pasa por su mejor momento– alcancen las instancias decisivas en Houston. Pero, como sea, ya habrán dejado su marca.
Tal como sucedió en las semifinales del Masters de dobles 2003, los hermanos estadounidenses Bob y Mike Bryan fueron nuevamente los verdugos de la pareja argentina Gastón Etlis y Martín Rodríguez. En el partido que cerró la jornada inaugural del Masters que se disputa en el WestsideTennis Club de Houston, los Bryan se impusieron 6-3, 7-6 (7-4), en un disputado partido correspondiente al Grupo Azul.