TENIS › NADAL GANó SU PRIMER TíTULO DEL AñO EN EL ATP PORTEñO
El español superó al tandilense Juan Mónaco por 6-4 y 6-1 en la final del Argentina Open y logró así su título número 46 sobre polvo de ladrillo, la misma cantidad que la ATP le computa a Guillermo Vilas, quien ganó tres más que no fueron incluidos por error.
› Por Facundo Martínez
Por los antecedentes entre ambos tenistas lo lógico era que en la final del Argentina Open, el ATP 250 de Buenos Aires, ocurriera lo que ocurrió. El español Rafael Nadal, ex número uno del mundo, que desde hoy ascenderá un escalón para volver a la tercera posición, le ganó por 6-4 y 6-1 al tandilense Juan Mónaco, que arrancó el torneo como 59 del mundo y esta semana volverá a meterse dentro de los 50 del ranking y quedará como la segunda mejor raqueta del país, habida cuenta de la lesión de Juan Martín Del Potro. Con este nuevo título, el primero que gana en Buenos Aires, Nadal alcanzó 69 títulos en 93 finales, 46 de los cuales los obtuvo sobre polvo de ladrillo, justamente la misma cantidad que la ATP le cuenta al argentino Guillermo Vilas –presente y ovacionado ayer en el Buenos Aires Lawn Tennis Club–, aunque para el marplatense la cuenta es errónea porque no se le computan dos torneos de Toronto 1974 y 1976 y uno de Virginia Beachen 1977, que se jugaron sobre polvo pero la ATP se los cuenta, por error, como jugados sobre cemento.
La lluvia que cayó sobre el Buenos Aires tuvo su rato de protagonismo justo en el momento en que los jugadores se disponían a iniciar el juego y el tandilense había ganado en el sorteo para arrancar sacando. Unas gotas cada vez más pesadas obligaron al juez de silla a parar. Casi una hora después de la suspensión –en la que se aprovechó para llevar a cabo un extenso reacondicionamiento de la cancha–, Mónaco y Nadal salieron otra vez a escena para jugar la final, bajo una llovizna tenue.
No había quedado del todo bien la cancha, y con el primer set igualado 1-1 Mónaco le pidió a Nadal y luego ambos al juez, que parara nuevamente el partido para que los cancheros –protagonistas destacados y silenciosos en la tarde de ayer– volvieran a trabajar sobre el polvo de ladrillo del estadio Billoch Caride. Pico se había resbalado ya dos veces y, desde luego, no quería regalar nada frente al mejor jugador de la historia sobre polvo de ladrillo.
Cerca de 40 minutos se demoró el segundo regreso de los jugadores a la cancha. Y si valieron la pena fue porque Mónaco no pareció relajarse y le ofreció una buena resistencia al ilustre visitante. Al menos hasta el séptimo juego, en el que Nadal sacó a relucir su mejor tenis para quebrarlo y ponerse 4-3 arriba. Poco a poco, como lo había hecho el sábado en semifinales ante Carlos Berlocq, Nadal fue evidenciando las diferencias de jerarquía hasta adjudicarse la manga por 6-4.
Otra vez ajustó Nadal su juego en la segunda manga y eso obligó a Mónaco a arriesgar más y a repetir algunos errores no forzados. Con quiebres en el primero y cuarto juego, el español se puso 4-0 arriba. Sin embargo, Mónaco siguió apostando a esos golpes profundos que le permitieron hacer un buen torneo y así logró descontar un juego más para alcanzar su mejor actuación frente a Nadal en siete enfrentamientos. En los duelos anteriores, le había sacado cuatro juegos en la final de la Copa Davis 2011, cuando cayó 6-1, 6-1 y 6-2, y en los cuatro restantes dos veces logró ganarle dos y otras dos apenas uno. Nadal tenía una buena tarde y volvió a quebrarle el servicio al tandilense para llevarse la manga por un contundente 6-1.
“El día fue complicado para todos. Tanto para mí como para Pico, y para toda la gente que tuvo que esperar que la lluvia parara para que pudiéramos jugar. Desde el primer día intenté entrenarme al máximo para jugar bien aquí. Y he cumplido el objetivo. Me voy con mucha alegría por haber podido ganar aquí. Y espero volver”, prometió el español antes de recibir de manos de Gastón Gaudio el trofeo del ATP 250 de Buenos Aires, el primero que gana en 2015, luego de siete meses sin títulos desde la edición 2014 de Roland Garros, precisamente el torneo en el que este año buscará su título número diez. Mónaco le agradeció públicamente sus elogios y luego aprovechó para remarcar su acceso a la final de Buenos Aires. “Esta ha sido una semana complicada para mí”, remarcó el tandilense, en obvia alusión a su exclusión del equipo argentino de Copa Davis que el próximo fin de semana recibirá a Brasil en Tecnópolis por la primera serie del Grupo Mundial. Luego, en conferencia de prensa, fue todavía más explícito. “Creo que no había apuro para dar a conocer el equipo. Si se hubiera esperado a ver qué sucedía esta semana mis chances de estar eran mayores”, se quejó.
Nadal recibió su premio entre los aplausos y el reconocimiento que le brindaba el público porteño. Y otra vez frente al micrófono remarcó el buen trato que recibió de los argentinos. “En ningún lugar, fuera de España, me había sentido así. Estoy muy feliz por el torneo y le agradezco a todo el mundo. Siento muy lindas sensaciones. Espero volver pronto”, insistió. Fueron también calurosas las palabras del director del Argentina Open, Martín Jaite. “Rafa, has tenido un compromiso con el torneo muy importante y nos has demostrado que se puede ser un gran campeón siendo una gran persona”, lo despidió.
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