Desde Roma

Desde hoy, las palabras fe, deporte, negocios y educación estarán unidas para crear una mejor humanidad”, dijo entre sus conclusiones el primer encuentro internacional que se hizo en el Vaticano sobre “El deporte al servicio de la humanidad”. Además del papa Francisco participaron del encuentro famosos deportistas de todo el mundo, representantes de numerosas religiones, el secretario de la ONU Ban Ki Moon y el presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach. “Guiados por los seis principios del comportamiento deportivo: compasión, respeto, amor, educación y alegría, los participantes diseñaron una agenda común para poner estos principios en acción”, dijo el comunicado conclusivo del Pontificio Consejo de la Cultura que organizó el evento.

“Queremos intervenir a nivel profesional para que los profesionales del deporte sean conscientes de que ellos son líderes para mucha gente y por eso tienen una función moral para cumplir en el mundo”, dijo Ravasi al presentar el evento en una rueda de prensa. El cardenal puso como ejemplo en este sentido a los atletas italianos que participaron de los Juegos Paralímpicos de Río 2016 porque ellos, contó, decidieron construir su base en una favela y cuando terminaron los Juegos Olímpicos, dejaron toda la estructura para los habitantes de esa favela.

Los debates comenzaron el seis de octubre pero el evento fue inaugurado oficialmente el 5 por el papa Francisco en el Aula Paulo VI del Vaticano. Gran hincha de fútbol, en especial del San Lorenzo, Francisco llamó a los participantes a “mantener la autenticidad del deporte y a protegerlo de las manipulaciones y la explotación comercial”. “En el deporte como en la vida, es importante luchar por el resultado, pero jugar bien y con lealtad es aún más importante”, subrayó el Pontífice, al tiempo que agradeció a quien se empeña en “erradicar toda forma de corrupción y manipulación”. “Sería triste, para el deporte y para la humanidad, si la gente ya no pudiera confiar más en la verdad de los resultados deportivos, o si el cinismo y el desencanto predominaran sobre el entusiasmo y la participación alegre y desinteresada”, explicó el papa. Por otra parte alentó a las instituciones, sociedades deportivas, realidades educativas y sociales, comunidades religiosas, a trabajar juntos para que los niños, especialmente pobres, “puedan acceder al deporte en condiciones dignas”.

El ex futbolista italiano Alessandro del Piero –Juventus– dio comienzo a la ceremonia con una simbólica patada una pelota. “Para mí el deporte es una pasión. En la vida he tratado de dar siempre todo lo que más podía de mi mismo respetando las reglas”, dijo. Pero Del Piero no fue el único invitado a estos dos días de debates. También estuvo el ex jugador de rugby y campitán de Los Pumas Hugo Porta, la jugadora de squash pakistaní Maria Toorpakay, el presidente del Comité Paraolímpico Internacional Phil Craven, el campeón olímpico de Kenia Kip Keino, el judoka israelí Yael Arad, el atleta del Sud Sudán y miembro del grupo de refugiados que participó en Rio 2016, Paulo Lokoro, el gimnasta italiano Igor Cassina y la estrella del hockey ruso Viacheslav Fetisov, entre otros.

“Aprecio que el papa Francisco sea un defensor de nuestra casa común y también su proximidad con los más vulnerables”, comentó el secretario de la ONU, Ban Ki-Moon. “Nos hemos reunido aquí –dijo por su parte Bach– porque creemos que el deporte puede cambiar vidas y hacer del mundo un lugar mejor. El deporte inspira y saca lo mejor de nosotros”.

La conferencia, impulsada por el papa Francisco fue organizada por el Pontificio Consejo de la Cultura que dirige el cardenal italiano Gianfranco Ravasi, contó también con la presencia de líderes de distintas religiones mundiales, protestantes, ortodoxos, musulmanes y judíos, entre otros.