El plan Gámez para poder acabar con la violencia
Según el proyecto del presidente de Vélez, que se presentará formalmente en la AFA esta semana, no habrá lugar en las canchas para los hinchas del equipo visitante, todos los encuentros serán televisados y no se venderán entradas los días de los partidos. Para Julio Grondona, el plan “puede ser factible”.
Por G.V.
Raúl Gámez presentará en la AFA pasado mañana su proyecto para erradicar la violencia en el fútbol que, en alguna de sus partes, se pondría en práctica a partir del 2004 en el torneo de la B Nacional. Julio Grondona, quien cree que la propuesta del presidente de Vélez “puede ser factible”, consideró que “la B Nacional sería un buen campeonato para que no vaya el público visitante. De hecho, ya ocurre en varios partidos, porque muchas hinchadas no viajan tantos kilómetros para ver a sus equipos. Vamos a ver si ponemos a prueba esta medida en la primera rueda del 2004. Podríamos adoptarla por un año”.
El dirigente de Vélez sugiere una batería de “soluciones a mediano y corto plazo” entre las que merecen citarse:
- todos los partidos serán televisados;
- se realizará una venta de abonos anuales magnetizados e intransferibles;
- habrá ubicaciones exclusivas en plateas para todos los hinchas locales, que deberán estar sentados;
- la prohibición de vender entradas los días de partido.
Según Gámez, con esas disposiciones “se asegurará en el corto plazo la asistencia de la familia a las canchas, mayores ingresos para los clubes y la identificación del individuo violento”, quien de no tener un comportamiento adecuado “será privado del ingreso mediante el derecho de admisión”.
El plan establece que “al eliminarse la venta de entradas, desaparece la falsificación y la reventa” y, como consecuencia de esto último, también “los punguistas, arrebatadores o hinchas que piden a los simpatizantes durante el momento de comprar entradas en las boleterías”.
En un apartado del proyecto se sostiene que cuando concurra a las canchas sólo el público local, se erradicarán “las peleas de hinchas en plateas, tribunas y alrededores de los estadios al no haber simpatizantes rivales”.
Además, plantea: “Al no haber traslado de hinchas en micros, se evita el operativo policial de cancha en cancha y los riesgos que provocan en las rutas”. Y, por último, argumenta que “se termina la recaudación de los micros que le queda a la barra y la de la venta de entradas el día que juega de visitante. Cuando no tengan qué repartir no se pelean y se termina la asociación ilícita”.
A Gámez no le resulta descabellada una de las ideas más polémicas de Javier Castrilli, quien planteó contratar personal de seguridad privada para custodiar las instalaciones de los estadios. Pero también sugiere la creación de un “cuerpo de policía especial para eventos deportivos” –una vieja aspiración del ex árbitro y actual funcionario– que debería “tener destacamentos en los clubes, rotándose periódicamente para no familiarizarse con los socios y abonados”.
En resumen, para el presidente de Vélez con este proyecto “se terminan el contacto entre hinchas locales y rivales de turno, el traslado de simpatizantes, la venta de entradas los días de partido, la falta de equidad, ya que nadie pierde su condición de local y lo importante es que, con esto, se trata de atacar la causa y no el efecto”.
La AFA tiene ahora la palabra.