Javier Saviola había sido hasta ahora un invitado en los desplazamientos del Barcelona; Carles Rexach apenas contaba con él y la cuenta de resultados del argentino lejos del Camp Nou se había resentido mucho aunque, con los dos tantos conseguidos en San Mamés, el Conejo se ha reivindicado, justo cuando llega el momento de la verdad.
Saviola ha sido una víctima del conservadurismo de Rexach lejos del Camp Nou. En el coliseo barcelonista, el delantero se ha sentido arropado y ha respondido con once goles, pero lejos de casa apenas había jugado sólo cuatro encuentros como titular, y únicamente había conseguido un tanto, en Estambul frente al Fenerbahce.
Vistos los últimos dibujos tácticos de Rexach como visitante, que refuerza el centro del campo y confía en el juego al contragolpe, parece evidente que Saviola tiene un puesto en el equipo. La velocidad es su principal desequilibrio, pero además el Pibito tiene un sexto sentido para marcar cuando se encuentra cerca de la meta contraria.
El secundario papel de Saviola podría ganar enteros en la recta definitiva de la temporada. El argentino, vista su gran actuación frente al Athletic, parece tener seguro su puesto en el decisivo encuentro de mañana ante el Panathinaikos, partido en el que el Barcelona debe remontar un 0-1 adverso para clasificarse para las semifinales de la Liga de Campeones.
El Barcelona necesitará actuaciones como la conseguida por Saviola en Bilbao para salir adelante. El argentino demostró la dependencia ofensiva que su equipo tiene del trío que él mismo forma con Kluivert y Rivaldo. Entre los tres han firmado 52 de los 78 tantos que los azulgranas han conseguido entre Liga y Liga de Campeones.
Saviola ha sumado 16 tantos (13 en Liga y 3 en Europa); Kluivert, que volverá al equipo ante el Panathinaikos después de la sanción que le impidió jugar en Bilbao, ha conseguido 23 goles (16-7), mientras que Rivaldo, en una temporada plagada de lesiones, suma 13 tantos, 6 de ellos en Europa.