Por Bill Scott
Desde Estoril

David Nalbandian sumó el primer título de su carrera profesional y el 136º para la Argentina, impidiendo al finlandés Jarkko Nieminen ganar el primer certamen en la historia del tenis finlandés. Nalbandian se impuso 6-4, 7-6 (7-5) en una ventosa tarde en Estoril para sumar el segundo torneo argentino en lo que va de la temporada.
El cordobés, de 20 años, necesitó una hora y 45 minutos para derrotar a su rival, de la misma edad. El argentino había perdido en octubre en Palermo la primera final de su vida, cayendo ante el español Félix Mantilla. “Me siento muy bien de haber ganado mi primer título. Fui afortunado en algunos puntos, pero las cosas fueron a mi manera, fue un partido luchado”, dijo Nalbandian tras su triunfo.
El sudamericano se llevó un premio de 68.300 dólares, en tanto que Nieminen ganó 40.100. Ambos ascenderán además varios puestos en las clasificaciones mundiales de la ATP.
Afectados por el fuerte viento, el argentino y el finlandés no mostraron su mejor juego en el primer set, donde hubo cinco quiebres de servicios.
Nalbandian se recuperó de la pérdida de su saque para ir tomando lentamente el control del partido y llevarse el primer set en su segundo set-point.
En el segundo parcial Nieminen también quebró en el comienzo, pero terminó entregando el set y el partido con una volea en la red en el último punto del tie break. “Uno nunca sabe cuál es su semana, pero la esperanza de ganar no se pierde”, dijo con visible alegría el argentino, tras la victoria.
Con el triunfo de Nalbandian, el tenis argentino ratifica su gran momento. Es el segundo título del año, luego del conseguido en enero en Chennai, India, por Guillermo Cañas, quien perdió ayer mismo la chance de ganar el tercer título al caer en la final de Casablanca.
¿Es ahora Roland Garros el gran objetivo? “Quiero jugar bien allí, obvio, pero creo que todos los argentinos pueden hacer algo grande en París. Los argentinos están en un gran momento, y muchos son candidatos al título en Roland Garros”, dijo el argentino.
“Su tenis no tiene límites –comentó su entrenador Gabriel Markus–. Además su estabilidad emocional ha mejorado mucho y sólo le queda mejorar su juego cerca de la red. Luego, puede ser imparable.”
“Quiero ser top-20”
–¿Hubo algo diferente que llevara a este triunfo?
–No, yo siempre me preparo igual, y creo que por eso este momento llegó. La clave fue que fui muy contundente en todos los partidos, pero uno nunca sabe cuál es su semana, aunque la esperanza de ganar nunca se pierde.
–El triunfo ante Ferrero en segunda ronda, tras recuperarse de tres match-points en contra, fue seguramente clave...
–Sí, pero no fue un partido en el que jugara mejor que hoy (por ayer). La clave del torneo fue que siempre me sentí seguro, capaz de ganarle a quién se me pusiera enfrente.
–Tras brillar como juvenil a fines de los ’90 ganando el Abierto de Estados Unidos, su carrera se estancó en el salto al profesionalismo, y eso le valió críticas en su país...
–Bueno, eso es porque allá muchos hablan sin saber cómo son las cosas, pero es cierto que mejoré mucho mi concentración desde mis épocas de juveniles hasta hoy
–¿Qué papel tiene su entrenador, Gabriel Markus?
–Es importante, como todo, pero si el jugador no es bueno el entrenador no tiene mucho que hacer.
–¿Se replantea sus objetivos al ganar el primer torneo sobre polvo de ladrillo de la temporada?
–No, mi objetivo sigue siendo terminar el año como top-20.
–¿Roland Garros no es un objetivo especial?
–Quiero jugar bien allí, obvio, pero creo que todos los argentinos pueden hacer algo grande en París. Los argentinos están en un gran momento, y muchos son candidatos al título en Roland Garros.
–Esta semana comienza Montecarlo, y su rival es el alemán Rainer Schuettler. ¿Hay tiempo para el festejo?
–No mucho, no tengo pensado nada, el único plan es levantarme temprano para volar a Montecarlo.