OPINION
Dignidad e indignación
› Por Pablo Vignone
Qué necesidad tenía Juan María Traverso de hacer lo que hizo? Es el número uno, el campeonísimo, el héroe, el general de mil batallas, el piloto más reputado. Era el que menos precisaba exhibir el derecho a la dignidad, el que menos necesitaba rasgarse en público las vestiduras. El que, de acuerdo a los 30 años de campaña que declama con honra, puede pararse mejor frente a la demanda pública de recogimiento. Por eso es que su falsa dignidad indigna tanto.
Si no quería correr, ¿por qué corrió? Si no quería correr pero sabía que lo iban a obligar a hacerlo, ¿por qué la jugó de principista? La reputación de Traverso sufrirá, sin duda, un duro golpe tras esta actitud. Y no se trata de castigarlo porque asumió la valentía de hacer públicos sus sentimientos antes de la carrera y la cobardía de no sostenerlos luego. Porque, en definitiva, su actitud puede resultar tan censurable y chocante como la de otros tantos que, por lo bajo, decían no estar en condiciones pero más tarde se fueron derechito y sin chistar hacia el coche de carrera porque el show debe seguir y la dignidad no sirve para comprar autos o casas.
¿Por qué el Automóvil Club Argentino, el ente fiscalizador del TC 2000, no dijo una palabra? ¿Por qué no actuó esgrimiendo su autoridad y suspendió la carrera? “Corrí porque me obligaron”, admitió Marcelo Bugliotti. ¿Quién pudo tornar compulsiva su participación, si él es el dueño del equipo para el que corre? La categoría TC 2000 estableció contratos con los equipos que participan en las carreras, para asegurar su asistencia –pese a la crisis– a todas las carreras del campeonato. ¿Fueron esos contratos los que se hicieron valer? A nadie le extrañaría ya que los negocios se hubieran impuesto sobre la piedad.
Hasta 2001, un hospital rodante acompañaba cada carrera de TC 2000. Este año, no hubo acuerdo. Un eslabón más en la cadena del ajuste perpetuo de la Argentina. ¿Habría muerto igual Ríos con el hospital en el circuito? Los que saben la respuesta no son los que hicieron el recorte, sino los médicos que atendieron al infortunado. Sería bueno que se comunicaran.