Por Andrea Wimmer,desde Barcelona

Michael Schumacher amplió su ventaja al frente del Mundial de Fórmula 1, que se parece cada vez más a un monólogo del tetracampeón. Schumacher ganó con comodidad el Grand Prix de España por delante del colombiano Juan Pablo Montoya y, disputadas cinco de 17 carreras, el alemán suma cuatro triunfos y 44 puntos, contra 23 de Montoya.
“Un día muy hermoso, una carrera perfecta. El auto fue sencillamente fantástico, increíble. Nuestro auto es un fenómeno”, dijo exultante Schumacher tras recibir el trofeo por parte del rey de España y ducharse con champagne. El alemán dominó desde el principio una carrera en la que Montoya protagonizó un espeluznante incidente al atropellar a uno de sus mecánicos en un reabastecimiento.
La carrera disputada en el circuito de Montmeló, efectuada bajo un cielo nublado y con menos calor del esperado, tuvo más incidencias de lo habitual. La primera ocurrió antes de la salida, cuando la Ferrari del brasileño Rubens Barrichello se paró y no volvió a arrancar nunca más. Poco después Ralf Schumacher pisó la tierra a la salida de una curva y perdió todas sus opciones en la prueba al tener que entrar a boxes a cambiar la trompa de su Williams-BMW. Kimi Raikkonen perdió el alerón trasero de su McLaren en una recta y tuvo que abandonar.
La segunda parada de Montoya en boxes se llevó gran parte del protagonismo. El mecánico que indica cuándo arrancar dio luz verde antes de que sacasen la manguera del reabastecimiento, y tuvo que rectificar. Sin embargo, Montoya ya había arrancado y una de las ruedas del Williams pasó por encima de su pie. Afortunadamente, el colombiano fue capaz de frenar a tiempo. “Intenté frenar tan pronto como pude, pero ya lo había atropellado”, dijo sin excesiva preocupación Montoya tras la carrera.
La Fórmula 1 se ve amenazada por un virus, el del “aburrimiento– Schumacher”. Tras su victoria Nº 57, su camino rumbo a un tercer título mundial consecutivo, cinco en la suma total, igualando al mítico Juan Manuel Fangio, parece imparable.