Esta vez no hubo bolillas frías ni calientes. Tampoco risa irónica de Pelé. Por el contrario, los abanicos con los nombres que determinaban los diferentes grupos del Mundial de Básquetbol le dieron mucho aire a la Selección Argentina, que quedó como cabeza de serie de la zona A, a disputarse en Sendai. El equipo de Sergio Hernández compartirá el grupo clasificatorio con Francia, Serbia y Montenegro, Venezuela, Líbano y Nigeria. Y además de no tener una zona tan complicada, también se vio beneficiada por el hipotético cruce de octavos de final. Como para que José Pekerman sienta un poquitito de envidia.

El actual campeón olímpico y subcampeón mundial fue nominado como cabeza de serie, al igual que España, Lituania y Estados Unidos. A partir de esa circunstancia quedó como líder del Grupo A, donde debutará el 19 de agosto ante Francia, tercero en el último europeo. Al día siguiente se medirá con Líbano y luego se cruzará con Venezuela. El 22 tendrá libre, para continuar el 23 ante Nigeria y cerrar el 24 ante Serbia y Montenegro, actual campeón del mundo y ya un miniclásico, teniendo en cuenta la final perdida en el Mundial de Indianápolis y el triunfo agónico en los Juegos Olímpicos con aquel memorable doble de Emanuel Ginóbili en el último segundo. De los seis equipos, los cuatro primeros avanzarán a los octavos de final, instancia en la que se cruzarán con los cuatro clasificados del grupo B, que integran España, Panamá, Alemania, Japón y Nueva Zelanda.

Lo concreto es que Argentina no debería tener ningún inconveniente para avanzar a la siguiente fase, pero, sobre todo, cuenta con muy buenas chances de conseguir una ubicación favorable para tener cruces más sencillos en octavos y en cuartos de final. Los dos rivales más difíciles son Francia y Serbia y Montenegro, mientras que Venezuela, Líbano y Nigeria son adversarios menores que no suponen demasiado riesgo.

Los franceses, encabezados por Tony Parker, compañero de Ginóbili y Fabricio Oberto en San Antonio Spurs, se ubicaron terceros en el último europeo, luego de perder una semifinal increíble ante Grecia. Otros jugadores importantes son Mikael Petrus, alero de Golden State en la NBA, y Frederic West, un pivot de 2m18. Una baja importante que sufrieron es la de Antoine Rigaudeau, histórico goleador y ex compañero de Oberto, Federico Kammerichs y Alejandro Montecchia en Pamesa, que se retiró.

Los serbios son los vigentes campeones mundiales, pero en los últimos dos años bajaron mucho sus prestaciones. En los Juegos Olímpicos, tras perder con Argentina en el debut, se quedaron afuera de la ronda final, mientras que en el europeo resultaron eliminados, por lo que llegaron al Mundial gracias a una invitación de la FIBA. Problemas internos y falta de recambios de jerarquía conspiraron contra una selección que igualmente tiene una gran tradición y siempre es un adversario temible.

Ante ese panorama, las posibilidades de ganar el grupo son ciertas, lo que supondría un cruce favorable para octavos de final. Así lo entendió el entrenador argentino, que se mostró muy conforme con el sorteo. “Más allá del respeto que me merecen todos los rivales, parece un grupo favorable. Enfrentaremos a dos equipos muy poderosos como Serbia y Francia y los otros tres muestran un potencial menor. Si bien no era algo que me inquietaba, estoy tranquilo, porque no parece el nuestro el grupo más complicado. Además soy optimista con el cruce de octavos de final, que será ante un equipo del Grupo B, claramente el menos exigente de todos, comparado con el C y el D, que serán muy parejos”, indicó Hernández en la página web de la Confederación Argentina. Además, el técnico, que siguió el sorteo en contacto con Ginóbili desde Estados Unidos, expresó su satisfacción por el calendario, que le depara abrir el grupo con los franceses y cerrarlo con los serbios. “Me gusta debutar con un equipo fuerte y cerrar con otro, ya que eso nos obligará a no perder nunca la concentración”, justificó.

Especulando con el futuro, si el conjunto argentino se adjudica su zona y Estados Unidos hace lo propio, sólo se podrían cruzar en la hipotética final. Por el contrario y a diferencia de lo que ocurrió con el fútbol, aBrasil le volvió a tocar un sorteo complicado, ya que compartirá Grupo C con Grecia –campeón europeo–, Lituania, Turquía, Australia y Qatar.