TC 2000: en Salta, Silva
Juan Manuel Silva consiguió en Salta su segundo triunfo de la temporada en el TC 2000. La maniobra que definió la suerte de la carrera tuvo lugar en la vuelta 8, cuando en la primera curva Guillermo Ortelli no pudo mantener el control de su Honda por un problema de frenos, golpeó contra la hilera de neumáticos de protección y volcó. “En la vuelta anterior justo le había avisado a boxes que tenía problemas con los frenos. Fue una lástima...”, dijo Ortelli al final, después de irse nuevamente de una carrera del TC 2000 con las manos vacías, cuando era el gran candidato a quedarse con todo. Hasta ese momento Ortelli y Silva habían dejado en claro que uno de los dos iba a ser el ganador de la competencia. Después, sin Ortelli en pista, Silva no sufrió demasiados apremios para conseguir su segunda victoria de la temporada (la primera tuvo lugar en General Roca), a pesar de que en algún momento Fabián Yanantuoni intentó apurarlo. Yanantuoni después perdería la segunda posición por un reventón. “Hacía falta un resultado así –reconoció Silva– porque cuando no te salen las cosas, uno se cae anímicamente y desaparece. Veníamos pasando un momento difícil, pero el equipo revirtió algunas cosas, se hicieron cambios y así se vieron los resultados.” El equipo Toyota también hizo buen negocio, porque Norberto Fontana y Omar Martínez se fueron con la primera y segunda posición del campeonato. A raíz de una mala largada en su serie, Fontana fue penalizado con 10 segundos, lo que lo obligó a largar la final desde atrás. “Mi método para largar es mirar siempre el rojo en el semáforo y cuando se apaga, largo -explicó–. En este caso, parpadeó el rojo y largué, pero después se volvió a prender. No lo podía creer. Apenas me di cuenta del error, levanté porque en Europa cuando te adelantás de semejante forma al dejarte pasar por muchos vehículos, no se toma la penalización.” Pero el arrecifeño se las arregló para meterse octavo y sumar tres puntos, que le permitieron irse de Salta con algo en sus bolsillos. También fue bueno lo de Omar Martínez, quien –salvo un roce con Nicolás Vuyovich– manejó perfecto.
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