Fue un duro y complicado partido pero, sobre el final, el pecho de Claudio Enría encendió una lucecita de esperanza. Con el insólito gol del rubio delantero, Gimnasia logró una trabajosa victoria sobre Chicago, la primera en el Apertura, que le viene pintada para tratar de encauzar una campaña que no arrancó con éxito. “El equipo necesitaba un triunfo para ir ganando en confianza”, apuntó el entrenador del conjunto de La Plata, Carlos Ramacciotti.
Chicago opuso tenaz resistencia hasta la apertura del marcador con mucha entereza, poco juego asociado y la clara actitud de volverse a Mataderos con al menos el empate.
Gimnasia, dueño del protagonismo, recién justificó el triunfo luego de ponerse en ventaja, porque encontró los espacios una vez que Chicago se vio obligado a abandonar el rígido esquema defensivo con que había planteado el partido.
Ramacciotti opinó que el partido dejó “muchas cosas buenas para rescatar”, entre ellas “el buen juego que tuvo Gimnasia, la recuperación de algunos jugadores, como Enría y Lobos, y la actitud que demostraron los demás”.
A menos de 20 minutos del final, Lobos, que fue la manija del equipo local, habilitó en la derecha a Madrid, quien al llegar al fondo envió el centro que superó a Velázquez y le cayó a Enría. El delantero se arrojó de cabeza, le pegó a la pelota con el pecho y abrió el marcador.
“Gimnasia tiene muchas cosas por corregir, pero hay otras que dan un poco de tranquilidad y que servirán para que los jugadores tomen confianza y afronten los próximos partidos de la mejor manera”, señaló Ramacciotti.
Chicago terminó con nueve hombres, ya que Testa fue expulsado por doble amarilla y cerca del final Fioretto siguió ese camino.
“Chicago fue un equipo fuerte, que se defiende siempre bien, pero sin embargo fue superado por Gimnasia en varios pasajes del juego”, analizó Ramacciotti.