Una generación de Las Leonas, el seleccionado argentino de hockey sobre césped femenino, se despidió de los mundiales al ganar ayer la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Madrid tras la aplastante victoria 5-0 sobre España: históricas como Luciana Aymar o Magdalena Aicega no volverán a calzarse la casaca argentina en el 2010. Holanda ganó el Mundial al vencer 3-1 a Australia en la final.

“Lo confirmo, es mi último Mundial”, aseguró Aymar. “Siempre uno quiere más, pero me voy bien. Lo más preciado que me llevo es la medalla de bronce, y haber podido disfrutar esta Copa del Mundo junto a mis compañeras”, afirmó la rosarina. “Ojalá llegue bien a (los Juegos Olímpicos de) Beijing en el 2008”, agregó la mediocampista de Las Leonas, de 29 años, y con 211 partidos internacionales.

Los goles de Las Leonas no se hicieron esperar. El primero llegó cuando no habían pasado 2 minutos del inicio del encuentro de la mano de María de la Paz Hernández, quien también anotó en las otras dos ocasiones siguientes: a los 12 minutos la Argentina ya ganaba 3-0 y el partido parecía liquidado. En el segundo tiempo, Mariné Russo y Alejandra Gulla se encargaron de sellar el que sería el resultado final.

“No veníamos jugando bien y supimos revertir la situación”, explicó Aymar. “El torneo no empezó muy bien, jugamos mal algunos partidos, después mejoramos ante Corea, y hoy mostramos nuestro mejor juego”, precisó la rosarina.

“Cualquier bronce es importante, éste quizá tuvo algo más de emoción por ser el último de mi carrera en una Copa del Mundo”, afirmó Aicega, que tiene previsto retirarse a fin de año. “Todos venimos a buscar un lugar en la final, después queda un lugar más que también es de privilegio y que hay que tomarlo como tal”, dijo la capitana argentina tras recibir el bronce.

“Estar ahí arriba no es lo mismo que mirar el podio desde abajo, y esto te genera una alegría enorme”, añadió la defensora, que tiene 252 partidos jugados como internacional. “Algunas ya tuvimos la experiencia de quedarnos fuera y pelear un tercer puesto, como en los Juegos Olímpicos de Atenas. Tuvimos el coraje para no dejarnos pisar”, apuntó.