En una modalidad específica que es tan vistosa y entretenida para ver como menos prestigiosa a la hora de los premios y los nombres fulgurantes, el doble, Argentina tiene una representante de extraordinaria efectividad y trayectoria: Paola Suárez. Ayer, la pergaminense, que es además en singles la mejor jugadora nacional desde hace rato, alcanzó la más alta ubicación en el ranking tras ganar junto a su habitual compañera, la española Virginia Ruano Pascual, nada menos que la final del US Open.
Lo notable es que la dupla formada por Suárez y Ruano Pascual viene a completar así una temporada notable: triunfos de Roland Garros –el segundo consecutivo– y derrota en la final de Wimbledon, nada menos. Ayer le ganó con suma autoridad a la rusa Elena Dementieva y a la eslovaca Janette Husarova, por 6-2 y 6-1, logrando su segundo Gran Slam del año. Suárez y Ruano, segundas favoritas, tardaron 1 hora y 4 minutos en derrotar a las sextas cabezas de serie de torneo, culminando una notable temporada.
“Es increíble la sensación que tengo. Casi me pongo a llorar en la entrega de premios, cosa que no hice en Roland Garros en las dos veces que ganamos. Es impresionante que esté tu nombre en la misma copa en la que está el de Navratilova”, afirmó Paola al final del partido. Suárez –que había ganado con Husarova, su rival de este domingo, el torneo de dobles de Bogotá en 1998– y la española Ruano no dieron ninguna opción a la rusa y a la eslovaca, que no gozaron de ninguna oportunidad de romper el servicio de las ganadoras, quienes aprovecharon cuatro de las diez que tuvieron.
Era la tercera vez que se enfrentaban estas dos duplas. Las dos anteriores se habían disputado este año y hubo un reparto de victorias. En semifinales de Acapulco, en polvo de ladrillo, ganaron la española y la argentina, mientras que en semifinales de Indian Wells, sobre superficie dura (la misma que ésta del US Open) vencieron Dementieva y Husarova.
La fórmula de los buenos resultados de Suárez y Ruano está –según dicen– en la amistad que existe entre ambas fuera de la cancha: “Jugamos desde hace siete años juntas. Practicamos con el mismo entrenador. Somos muy buenas amigas. Podemos hablarnos todo lo que sentimos, tanto dentro como fuera de la cancha”, dijo la argentina de 26 años.
“Somos una mezcla perfecta. Yo sé cuál es su forma de jugar y lo que va a hacer en cada momento, y ella lo mismo. Si una está nerviosa en el partido, la otra sabe cómo tranquilizarla”, dijo por su parte la española.
Dos rupturas en cada set les valieron ir siempre por delante en el marcador y dominar sin problemas en la final. “Jugamos de forma diferente de otras parejas de dobles”, explicó Suárez con ironía al describir su especial estrategia. Antes de llegar a Nueva York, Ruano y Suárez habían ganado cinco títulos: Bogotá, Acapulco, Roma, Roland Garros y Canadá, además de haber alcanzado la final de Wimbledon y Miami. Juntas han triunfado ya en 14 torneos.
Por su victoria de hoy ganaron un cheque por 350 mil dólares para elevar sus ganancias respectivas a 2 millones de dólares y además de ocupar el primer el lugar en el ranking como dupla, Paola Suárez será desde mañana la número uno, seguida de su compañera española.
Tras conquistar el título del US Open Suárez y Ruano, la WTA rectificó una información dada durante la semana, en la que aseguraba que Suárez no podía llegar al primer puesto del ranking. Ruano, de la que la WTA aseguró que no podía avanzar más allá del tercer puesto, será segunda. Cuando la pergaminense se enteró, dio rienda suelta a su asombro: “¡No lo puedo creer, no lo puedo creer...! Se lo voy a contar a Vivi, que está comiendo, y se va a atragantar”, dijo con gesto de incredulidad y entre risas.