VICTORIA DE BARRICHELLO
Esta vez le falló el plan a Schumacher
Ganaba cómodo la carrera pero quiso que las dos Ferrari cruzaran juntas la meta, y su coequiper lo superó por once milésimas. Desastre Williams.
El dominio de Ferrari es tan intenso en esta temporada de Fórmula 1, que Michael Schumacher, que había dominado todo el Grand Prix de Estados Unidos en Indianápolis, quiso intentar, en la última vuelta, establecer un record que todavía el equipo italiano no batió: que sus dos coches ganaran la carrera. Por eso desaceleró en la última curva a la espera de que su coequiper Rubens Barrichello –que nunca estuvo a más de tres segundos de distancia a lo largo de la competencia– igualara la marcha. El brasileño lo hizo, pero lograr ese resultado con exactitud es tan complicado que la Ferrari Nº 2 sacó un par de centímetros de ventaja sobre el coche del campeón del mundo... y ganó la carrera.
“Creo que Ferrari ha intentado provocar una ‘foto-finish’ en la que pasaran juntos o que Schumacher fuese primero por muy poco, pero no les salió”, opinó Niki Lauda, ex campeón mundial con Ferrari y actual director deportivo de Jaguar.
La sorpresa invadió el Speedway cuando las dos Ferrari se alinearon para cruzar la meta. “En la última curva yo no sabía qué es lo que iba a pasar, no había nada planeado –explicó luego Barrichello, que con este resultado se aseguró el subcampeonato–. Schumacher quiso que entráramos juntos, pero no lo hemos conseguido y por una diferencia mínima gané yo.” La diferencia entre ambas Ferrari fue de apenas 11 milésimas de segundo, la segunda menor diferencia entre primero y segundo clasificado de toda la historia del Mundial de F-1. El británico Peter Gethin le ganó el Grand Prix de Italia de 1971 a Ronnie Peterson por apenas 10 milésimas, una centésima de segundo.
Schumacher bromeó al respecto. “Ya teníamos tantos records esta temporada que queríamos conseguir también el de la menor diferencia entre el primer y el segundo clasificado... No, en serio, intentamos cruzar juntos la línea de llegada, lo que sucedió es que no nos salió lo que pretendíamos hacer.”
Que la victoria de Barrichello no estaba premeditada se pudo saber enseguida por el rostro de sorpresa del director deportivo de Ferrari, Jean Todt, y la del propio Schumacher en la vuelta de honor cuando hizo un gesto interrogante al brasileño. Fue el cuarto 1-2 consecutivo de Ferrari y el octavo en el año.
La victoria de Ferrari se vio, en cierta manera, facilitada por el incidente que protagonizaron los pilotos de Williams, Juan Pablo Montoya y Ralf Schumacher, que se tocaron en la primera vuelta peleando el cuarto puesto. El director técnico de Williams, Patrick Head, estaba furioso:
“Lo que sucedió es algo inaceptable –reaccionó–. No se puede admitir que dos compañeros de equipo choquen el uno con el otro. Independientemente de quién haya sido el responsable, no se puede aceptar algo así. Los pilotos de un Mundial de Fórmula 1 han de ser lo suficientemente maduros en estas circunstancias”.