Con una autoridad precisa y con pulido manejo, el arrecifeño Norberto Fontana consiguió en el autódromo de Pigüé un triunfo sumamente importante, que le permitió convertirse en el nuevo puntero del campeonato de TC 2000, cuando sólo queda una fecha para bajarle el telón a la temporada. Se esperaba una carrera cerrada y luchada entre los tres pilotos que pelean por el título, Fontana, Omar Martínez y Juan Manuel Silva. Pero no sucedió nada parecido. El arrecifeño gozó de extremada superioridad sobre sus rivales desde el arranque.
Cuando el semáforo pasó a verde, Fontana picó en punto y podría decirse que ahí mismo se terminó la carrera. Durante las 44 vueltas que demandó la carrera, el arrecifeño tuvo un gran control de la situación, a pesar de ciertas cosas.
En la pista el único rival fue Gabriel Furlán, que persiguió al líder, apuró a Fontana durante 30 vueltas y se convirtió en una seria amenaza, pero su Mitsubishi Lancer tuvo una falla mecánica –se rompió el cable del acelerador– y el múltiple campeón de la Fórmula 3 Sudamericana se vio obligado a desertar. Hasta ese momento, había preocupado a Fontana en las primeras vueltas, pero luego el arrecifeño puso distancia, sacando de a tres décimas por giro de ventaja, una ventaja que anuló el ingreso del pace-car por el toque entre Julián Crespo y Javier Moreiro.
Fontana recibió con el abandono de Furlán la mejor noticia que le podían dar en esos momentos, ya que ni Silva ni mucho menos Martínez podían complicarle la tarde. Al chaqueño, el rendimiento de su Honda Civic sólo le permitía navegar entre el tercer y el quinto lugar; Martínez protagonizaba una carrera para el olvido en la que no podía escalar más allá de la novena posición. “Me conformé con el tercer lugar, para nosotros lo importante era seguir metidos en la lucha por el campeonato”, dijo Silva a la hora de explicar su carrera.
Mucho más complicado resultó lo del entrerriano, quien primero tuvo un roce con Esteban Tuero (quien fue excluido por esa maniobra) y luego abandonó en la última vuelta, a raíz de una falla en el motor de su Toyota Corolla, cuando ocupaba el octavo lugar. “No me despedí de la lucha por el campeonato. Esperamos que la carrera de Mar del Plata sea una buena carrera para nosotros”, reconoció Martínez, quien a una fecha del final del torneo perdió la punta del campeonato.
Sólo Fontana (cuatro victorias en el torneo), Martínez (un triunfo) y Silva (tres victorias) llegarán a Mar del Plata en condiciones matemáticas de quedarse con el título. El ex Fórmula 1 consiguió un triunfo que va mucho más allá de lo estadístico, pegó, como él mismo reconoció, en un momento clave, de mucha presión.