Lun 25.11.2002
libero

DIEZ PARADOJAS DEL CLÁSICO

Claroscuros

Por J.J.P. y A.G.

1 Independiente merecía perder, cumplió una de sus peores actuaciones en este campeonato, padeció media docena de situaciones de gol en el segundo tiempo y cuando ya parecía liquidado, cuando se le venía la noche, inesperadamente logró el empate que lo pone al borde del título. Tal vez como nunca en el torneo fue superado por uno de sus rivales y a tres minutos de despedirse del sueño del título encontró el gol de la salvación.

2Boca no estaba en los planes de nadie, hace apenas un mes miraba las espaldas de Independiente a 8 puntos de distancia y de golpe se encontró con que la consagración estaba al alcance de la mano y no supo liquidar el partido. El cuadro de Tabárez había ganado, sin merecerlo, el clásico contra River y como el fútbol tiene estas cosas, ayer le empataron, de última, un partido que debió haber ganado con relativa comodidad.

3En pleno delirio, tras el empate de Pusineri, los hinchas de Independiente sacaron el grito desde el fondo del alma: “Me parece que Boca no sale campeón...”. Lo curioso es que en primer lugar de la fila de los que creían que Boca podía salir campeón estaban los hinchas y los jugadores de Independiente, precisamente. La pelota que quemaba en los pies de los futbolistas y el silencio instalado en la tribuna local en gran parte del segundo tiempo eran síntomas de impotencia.

4El triunfo que Boca tenía en el bolsillo era festejado por los propios hinchas y también por los de Racing, que no querían saber nada con la consagración de los vecinos aunque eso costara poner una ficha a manos de Boca. Y el grito del empate lo compartieron los de Independiente y los de River. Es más, los de River se arrepentían de haberles ganado a los rojos y los de Racing lamentaban el 4 a 3 de la Bombonera. Incluso, los de Independiente se acordaban que habían festejado el segundo tanto de Delgado ante River...

5Lucas Pusineri fue uno de los más bajos en Independiente al punto que muchos hinchas expresaron su malestar con Gallego cuando puso a Ríos en lugar de Guiñazú. Le cuestionaban que no hubiera sacado a Pusineri, a quien no le salía una. Y curiosamente fue Pusineri, con un buen cabezazo, en una de sus pocas intervenciones positivas, el autor de uno de los goles mas importantes de este campeonato.

6Marcelo Delgado venía en una impresionante racha: dos goles contra River, un gol a Huracán, un gol a Arsenal, un gol a Talleres... era la carta ganadora y antes del partido los hinchas xeneizes dejaban en sus pies las mayores ilusiones. Ayer, cuando Boca lo necesitaba más que nunca, el Chelo Delgado falló en varias instancias decisivas –por apurarse, por demorar, por una gambeta de más– en el segundo tiempo. En el primero, debe reconocerse, tuvo una directa participación en la jugada previa del gol de Guillermo Barros Schelotto. Otra paradoja: el Mellizo, que estaba jugando mal, fue el autor del gol de Boca.

7Hace un mes Boca dependía de una serie de resultados encadenados (triunfos propios, empates y caídas de Independiente y River) para arrimar con alguna esperanza y nadie creía. Antes del partido de ayer no dependía de nadie y le bastaba con ganar los dos últimos partidos para asegurarse un encuentro de desempate, por lo menos, y entonces sí empezaron a creer. Ahora, con este empate Boca vuelve a depender de otros y ya prendió algunas velas para ponérselas a San Lorenzo.

8Resultó curioso el jugador que eligió la hinchada de Independiente para descargar sus insultos. No fue Delgado, a pesar de su pasado por Racing, ni Barros Schelotto por el odio que genera en los hinchas. Ni siquiera un referente del plantel de Boca, como podría ser Abbondanzieri. Como si se tratara de Luis Figo pisando el Camp Nou ante los irascibles fanáticos catalanes, Cascini fue el objeto de la mayores broncas de los hinchas de Independiente. Ex jugador del club, el volante de Boca había calentado la previa con sus declaraciones, por lo que su retorno a la doble visera no pasó inadvertido. Lo recibieron con un “Cascini, hijo de p...”, y luego los insultos se repitieron ante cada cruce que el ex Platense mantuvo con un futbolista de Independiente. Sólo faltó que le gritaran “pesetero”. Otra curiosidad, o no tanto: la hinchada de Boca no saltó en defensa de su jugador.

9Boca armó una línea de fondo con tres zagueros de más de 1,85 metros. A priori se suponía que iba a tener inconvenientes para contener los encuentros por bajo entre Montenegro, Silvera, Insúa y Guiñazú. Por el contrario, el juego aéreo parecía garantizado. En la cancha sucedió todo lo contrario. Independiente no generó ni una chance de gol a través del toque de sus volantes. En cambio, el empate llegó con un centro bombeado que cabeceó Pusineri, ganándole en el mano a mano a Crosa. Un rato antes, el que había superado a los centrales boquenses había sido Castagno Suárez, pero su cabezazo lo salvó Abbondanzieri.

10Los técnicos también vivieron su paradoja: si hubo un duelo que tuvo un claro ganador a pesar del resultado, ese fue el de los entrenadores. El planteo de Tabárez sorprendió a los jugadores de Independiente, que así lo reconocieron. Boca dominó gran parte del partido y jugó uno de los mejores encuentros del campeonato. Por el contrario, Gallego nunca le encontró la vuelta al desarrollo del juego, y el empate le cayó como un regalo del cielo. Con el resultado puesto, Gallego sacó pecho y utilizó la conferencia de prensa para ironizar y pasar facturas varias. Del otro lado, Tabárez debió soportar las críticas de Roberto Digón, uno de los principales dirigentes del club, que aprovechó la ocasión para volver a poner en el tapete la sucesión del entrenador.

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