La premisa era recuperar la imagen de solidez que supo mostrar en la primera ronda y que había perdido en la derrota ante Croacia 36-18, en su presentación del sábado en la zona campeonato. Y si bien perdió ayer frente a Dinamarca 31-24, el seleccionado argentino de handball consiguió mostrar ese juego lucido con el que sorprendió en este Mundial de Suecia. Ya son nulas las chances de acceder a una semifinal, pero los dirigidos por Eduardo Gallardo cierran mañana el Grupo 2 con Serbia, en busca de un triunfo que les permita terminar el certamen entre los ocho mejores.

Ante los daneses, el elenco albiceleste siempre corrió desde atrás en el resultado. Pero más allá de la superioridad evidente del rival, único equipo que ganó todos sus compromisos a lo largo del campeonato y firme candidato a llevarse el título, Argentina no perdió nunca la tranquilidad y se mantuvo en el partido. El responsable para que Dinamarca no se escapara en los números fue el arquero Fernando García, que reemplazó a Matías Schultz al promediar la primera etapa y con sus atajadas frenó los contragolpes del adversario.

Como ocurrió en gran parte del Mundial, el conjunto nacional fue de menos a más durante el partido. Luego de terminar la parte inicial 17-12 abajo, en el complemento supo encontrar los caminos para desnivelar. A tal punto se evidenció ese mejor rendimiento que, a falta de diez minutos para el final del partido, Argentina se acercó a dos goles de distancia (25-23) y tuvo chances de arrimarse más, pero a partir de ese momento el equipo perdió imaginación y claridad en ataque, y no pudo achicar la diferencia. En ese instante, Dinamarca sacó a relucir todo su potencial y con un goleo repartido terminó con las ilusiones argentinas.

La derrota concluyó con la idea utópica de una semifinal. A los daneses, ya clasificados, los siguen los suecos, pues la victoria 29-25 sobre Croacia les dio a los dueños de casa el pase a la siguiente ronda. Las posiciones quedaron así: Dinamarca 8, Suecia 6, Polonia 4, Croacia 3, Argentina 2 y Serbia 1. Ahora quedará el consuelo de concluir entre los ocho mejores equipos del Mundial, algo histórico si se piensa que el mayor logro hasta el momento se consiguió en Francia 2001 cuando finalizó en el 15º puesto.

Para eso deberá superar mañana a Serbia, que ayer cayó por la mínima diferencia ante Polonia 26-25, un resultado que el equipo de Gallardo vivió en carne propia durante la primera fase. Por lo pronto, la sorpresa nacional se va desvaneciendo, aunque la premisa era recuperar la solidez que supo mostrar, fundamentalmente, en el triunfo sobre Suecia. Más allá de la posición final, la actuación argentina ya es histórica.