El renacer de un nuevo intento suele ofrecer optimismo ilimitado, proyectando el de-senlace más soñado. Y como Racing es una entidad que sabe mucho más de tropiezos y frustraciones, cuando su equipo da un primer paso positivo, la imaginación alcanza dimensiones enormes. Para colmo la aparición de algunos jóvenes dispuestos a encolumnarse detrás de la misma obra provocó aún más euforia entre su público. Si bien la victoria ante All Boys no derrochó lucimientos extremos, para el conjunto de Avellaneda significa un envión anímico importante, teniendo en cuenta que el domingo próximo recibirá nada menos que a Boca en Avellaneda.

En medio de un juego friccionado y deslucido, el colombiano Moreno fue el único que tuvo un repertorio diferente y, con algunos toques lujosos que incluyeron tacos y rabonas, fue contagiando lentamente al resto de sus compañeros. Así, chicos como Zuculini, Poclaba y luego el ingresado Respuela se conectaron en ese circuito para darle mayores argumentos al triunfo. Ellos estuvieron respaldados por la seguridad de De Olivera en el arco, Matías Martínez en la última línea, y la peligrosidad de los delanteros Hauche y Lugüercio.

El ex Argentinos fue precisamente el que marcó el único gol del encuentro con una gran definición: recibió la pelota de espaldas al arco luego de un cabezazo de Moreno, giró para superar a su marcador y remató cruzado para ubicarla al lado del palo. Pero Racing también tiene cuestiones por resolver, debido a que a partir de esa ventaja realizó modificaciones con una intención conformista. Aveldaño (defensor) ingresó por Moreno, y Lluy (volante de contención) por Lugüercio. El equipo se retrasó peligrosamente y All Boys pudo haber igualado en la última jugada, cuando Gigliotti cabeceó sin marca, pero falló en la dirección.

Todo ello sucedió en la segunda parte, luego de una primera etapa donde, a pesar del bajo nivel de ambos, se las ingeniaron para provocar acciones de riesgo, y Racing ahí también quedó adelante de su rival. Licht y Moreno hicieron esforzar a Cambiasso en la misma jugada, y después el arquero respondió ante un cabezazo de Lugüercio y un tiro de Pillud. En el final, De Olivera le ganó un mano a mano a Grazzini y después sacó justo un cabezazo de Fabbiani, ya que en el medio de ambas Cambiasso controló un zurdazo de Moreno dentro del área.

El nivel mostrado por los dos se vio afectado porque Grazzini, el encargado de ordenar el juego ofensivo de All Boys, no tuvo claridad en el momento de distribuir la pelota, y porque Racing contó únicamente con el colombiano para hacer algo distinto, y cuando él se equivocaba no había nadie que pudiera ocupar ese lugar. Con su salida, a los 33 minutos del segundo tiempo, Racing sólo se dedicó a cuidar aquella diferencia, con la contingencia que eso implica.

Pero cuando el principio es en medio de sonrisas, el desarrollo posterior invita a ilusionarse. Y Racing decidirá hasta dónde puede llegar ese anhelo.

Estadio: All Boys.

Arbitro: Pablo Lunati.

Gol: 73m, Hauche (R).

Cambios: 45m, Respuela (6) por Zuculini (R); 68m, Torassa por Fabbiani (AB); 75m, Ereros por Grazzini (AB); 78m, Aveldaño por Moreno (R); 81m, Gigliotti por Vella (AB); 83m, Lluy por Lugüercio (R).