Desde Nueva York

Tres partidos, tres derrotas: el tenis argentino vivió un domingo de tropiezos en el Abierto de Estados Unidos, en el que sólo sobrevive Juan Mónaco, quien hoy se enfrentará al suizo Roger Federer.

Una derrota fue esperable: la de David Nalbandian ante el español Rafael Nadal. Y fue, de todos modos, la que mejores sensaciones dejó a los aficionados albicelestes que siguieron a los suyos en un ardiente día de sol en Flushing Meadows. Las caídas de Juan Martín del Potro y Juan Ignacio Chela, en cambio, eran menos esperables, y sirvieron para sellar la goleada 3-0 en contra para los argentinos.

“Por momentos sentí que el partido se podía ganar”, dijo Nalbandian tras llevar en varios momentos al límite al número 2 del mundo, que finalmente se impuso 7-6 (7-5), 6-1, 7-5. “Una lástima no haberlo podido aprovechar”, añadió el cordobés, que admitió haber sentido una pequeña molestia en el aductor, al tiempo que reconoció no estar aún con la consistencia necesaria.

Ese, en todo caso, es su objetivo para el futuro: “Si puedo jugar bien un set, también puedo hacerlo dos y tres”. Nadal elogió lo hecho por Nalbandian, que ofreció un recital de reveses, globos y toques para exigir al español como nadie lo había hecho hasta ahora en el torneo.

“El me estaba dominando, jugaba a un ritmo muy alto, pero eso hay que mantenerlo. Jugar con tanta precisión durante tanto tiempo es muy complicado. Es ahí cuando el partido entra en una fase que a mí me interesa más.”

Menos interés por las fases del partido tuvo Chela, eliminado 7-5, 6-4, 6–3 por el estadounidense Donald Young. “Me sorprendió Young, es muy fuerte de físico, erró poco y contragolpeó muy bien”, dijo Chela, de 31 años y 24º del mundo, que no pudo nunca tomar el control del partido con el prometedor jugador norteamericano, de 22 años y 84º.

Diferente fue lo de Del Potro, campeón del torneo en 2009, derrotado por el francés Gilles Simon 4-6, 7-6 (7-5), 6-2, 7-6 (7-3) en tres horas y 57 minutos de juego de un partido frustrante para Del Potro, quien tuvo incluso tres set points en el set final con el francés sacando 4-5 y 0-40. Inconsistente en su juego y agotado físicamente en los tramos finales, Del Potro, 18º del ranking, sufrió una derrota que no esperaba ante el 12º de la clasificación, sobre todo porque se produjo cuando parecía tener controlado el encuentro.

“Mi año tenístico, tratando de volver, arrancó en octubre, y desde ahí que no paro, tratando de agarrar el ritmo, de volver. Todo el año enfrentando a rivales buenos en las primeras rondas es un esfuerzo mayor”, dijo el tandilense, que admitió que su saque, con apenas tres aces en el partido, no le funcionó como es habitual. “Tengo que seguir mejorando mi saque y afianzarme con ese golpe, que me hace ahorrar mucha energía.”

Del Potro quiere ahora “poner la mente en blanco” y quitarse “un poco rápido” el US Open de la cabeza, un torneo que ganó en 2009 y que no jugó en 2010 debido a la lesión y operación de muñeca que lo tuvo casi un año fuera del circuito.

Se alegró cuando se le dijo que dentro de una semana será el número 14º del mundo. “Si me decías a principios de año que iba a estar 14º a esta altura, era un poco loco. Pero no pienso en el Masters de Londres, ojalá termine lo más arriba posible.”

Las prematuras derrotas de Nalbandian, Chela y Del Potro abren la posibilidad de que el equipo de Copa Davis se desperdigue unos días antes de volver a unirse de cara a la semifinal del 16 al 18 de septiembre ante Serbia, en Belgrado.

Mónaco, cuarto integrante del equipo, será hoy parte de la sesión estelar nocturna en el estadio Arthur Ashe ante Federer. Jugará en el segundo turno tras la danesa Caroline Wozniacki y la rusa Svetlana Kuznetsova, lo que anticipa la posibilidad de una batalla de tenis extendiéndose más allá de la medianoche.