River continúa escalando hacia lo más alto en el torneo Clausura. A pesar de que su máximo rival no se baja de la cima, la definición entre los dos eternos adversarios se perfila apasionante. Mientras River sigue buscando ese nivel que su entrenador espera encontrar, la nueva victoria alcanzada ayer ante Arsenal significa un paso más hacia la reivindicación con su propia gente. Con diez goles en los últimos tres partidos, la contundencia es hasta ahora su mejor argumento para disputar el título.
La imagen del encuentro ante Huracán, hace una semana, pareció instalarse ayer por la tarde en la cancha de River. Una vez más, el plantel de Núñez no marcó diferencias con su adversario en la primera etapa, y luego terminó resolviendo rápidamente el partido en la segunda mitad. Del otro lado, la estrategia de Arsenal también perdió consistencia al igual que los de Parque Patricios. A partir del primer gol de Cavenaghi, la sensación fue que los de Sarandí ya no tenían ninguna chance de poder remontar la desventaja.
River no encontraba los caminos para acercarse a Limia, porque la dupla que conformaron ayer D’Alessandro y Luis González no entraba en sintonía para hacer funcionar a su equipo. Curiosamente, el técnico de River, Manuel Pellegrini, había elegido al ex Huracán en lugar de Ahumada para que el equipo pudiera tener más despliegue en ataque. Lo sorpresivo fue que River recién llegó con peligro a los 22 minutos del primer tiempo: Luis González abrió la pelota hacia la izquierda para Darío Husain, éste fue hasta el fondo para tirar el centro, y D’Alessandro definió de zurda por arriba. La otra aproximación en ese período fue a los 37 minutos, cuando Cavenaghi remató débil un pase de D’Alessandro.
En la segunda mitad, River fue decidido a buscar la victoria, y luego de que Ameli estrellara un cabezazo en el palo, Cavenaghi convirtió el primer tanto con un toque suave debajo del arco. La jugada fue iniciada por Luis González, quien trasladó la pelota de izquierda a derecha, se la dio a Coudet, y el volante asistió con un centro bajo al goleador. Luego de que Darío Husain se perdió solo el segundo gol, Cavenaghi volvió a marcar con otro toque al segundo palo de Limia, luego de una habilitación del ex delantero de Vélez.
A partir de ese momento, River siguió controlando el juego para el delirio de la tribuna, y Arsenal no evidenciaba ningún signo de reacción. El tercer gol llegó por un penal convertido por D’Alessandro, luego de una infracción de Molina sobre Garcé. Y sobre el final, Arsenal descontó con otro penal de Silvio González, en la que fue su primera presentación en la historia en el estadio Monumental. A fuerza de triunfos, River continúa revirtiendo aquella pálida figura con la que comenzó de año.