REPITIO SU HABITUAL MEJORIA EN LOS SEGUNDOS TIEMPOS
Una vez más, River puso segunda y ganó
En partido vibrante, Independiente sacó ventaja con gol lujoso de Montenegro tras rabona de Insúa y pudo rematarlo. No supo. River lo apretó en el complemento y pudo darlo vuelta al final, tras la expulsión de Ríos. Primero Fuertes –que entró por Darío– y después Milito en contra, tras un remate de Ludueña, sellaron el resultado.
› Por Facundo Martínez
En un partido vibrante de principio a fin, en el que Independiente hizo todo, lo bueno y lo malo, River se quedó finalmente con la victoria por 2-1 y consiguió sumar tres puntos importantísimos, que lo mantienen en la cima de la tabla de posiciones junto a Vélez y Boca. Con menos fútbol, ganaban los de Avellaneda; pero tras la expulsión de Leonel Ríos no supieron controlar el nerviosismo, y River, que tuvo más iniciativa aunque poca claridad en los últimos metros, aprovechó las circunstancias y consiguió dar vuelta el resultado por intermedio de Esteban Fuertes y Daniel Ludueña –un centro de él terminó en gol en contra de Gabriel Milito–, quienes habían ingresado promediando el complemento.
Por la calidad de juego, River fue siempre superior a Independiente, aunque le costaba horrores romper la barrera defensiva del equipo de Gallego y se exponía demasiado al contraataque, el único camino posible de los visitantes para llegar con peligro al arco de Buljubasich. Independiente abrió el marcador a los 13 minutos, luego de una impresionante salida desde el fondo de Milito, que dejó a tres hombres de River en el camino y descargó la pelota para Insúa, quien mandó con una rabona perfecta un centro al medio del área para que Montenegro, con un lindo cabezazo, metiera la pelota en el centro de arco.
Independiente tuvo después en los pies de Silvera una gran oportunidad para ampliar, pero el delantero se apuró en la definición ante la salida de Buljubasich –tenía espacio en el fondo para seguir con la pelota y asegurarla– y la desperdició con un remate que pasó cerca del segundo palo del arquero. River tenía más llegada, pero se repetía en la fórmula de desbordar por los laterales, con Darío Husain y Coudet, para enviar el centro que cortaban los centrales del Rojo. Las más claras para el equipo de Pellegrini fueron un remate de Cavenaghi y un cabezazo de Darío Husain.
River mejoró en el complemento, pero era bueno el trabajo de Milito y Franco en el fondo, y demasiado tibia la ofensiva de los locales, hasta que el ingreso de Fuertes le dio más potencia. Aunque lo que realmente cambió el partido fue la expulsión del eficiente Ríos –recibió una amarilla por forcejear con Garcé y reaccionó tontamente: le tiró un manotazo al árbitro y se ganó la segunda tarjeta–, porque desde ahí Independiente fue un manojo de nervios. Fuertes puso de cabeza el 1-1, a los 72, luego de un centro de Ameli que Demichelis bajó para habilitarlo entre los centrales de Independiente, quienes venían haciendo un gran trabajo.
El encuentro lo rifó, finalmente, Independiente. Una canchereada de Milito y Domínguez en la salida, cuando faltaba poco para el final y el Rojo aguantaba el resultado, le permitió a Ludueña –tras un exacto pase de D’Alessandro– quedarse con la pelota por derecha y rematar cruzado. La pelota iba afuera, no pudo conectar Fuertes pero sí Milito, quien a la carrera interceptó la pelota –se la llevó por delante– para meterla en su propio arco.
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